Camina bajo los icónicos caminos arbolados de la Isla Nami y prueba snacks locales mientras tu guía comparte historias. Tras el almuerzo, explora el Jardín de la Calma Matutina, el jardín privado más antiguo de Corea, con tiempo para pasear o disfrutar de sus festivales según la temporada. Incluye transporte desde Seúl, entradas y un equipo amable que facilita todo.
No esperaba empezar el día en Seúl apretado en una minivan con desconocidos, pero ahí estábamos—medio dormidos, agarrando café, viendo cómo la ciudad se convertía en campo. Nuestra guía, Minji, ya estaba despierta y atenta. Señaló algo sobre el río Han que yo no vi (demasiado ocupado mirando la niebla sobre el agua), pero tenía esa forma natural de hacer que todos nos sintiéramos como si la conociéramos de toda la vida. El viaje a la Isla Nami no es corto—¿unos 90 minutos?—pero se pasó volando.
Bajar del ferry en la Isla Nami fue como entrar en un set de película. De verdad, aquí filmaron “Winter Sonata” y se entiende por qué. Los árboles forman filas perfectas, las hojas amarillas de ginkgo crujían bajo los pies (era otoño cuando fuimos). Algunos alquilaron bicis; nosotros simplemente paseamos despacio, parando cada cinco minutos porque alguien veía una ardilla o quería otra foto. El olor a castañas asadas venía de un puestito—compré unas para calentarme las manos. Minji nos contó que muchas parejas vienen aquí para sus citas, y la verdad, lo entiendo perfectamente.
Después de comer (me compré kimbap en una tiendita cerca del muelle), nos fuimos al Jardín de la Calma Matutina. No sabía qué esperar—los jardines no suelen ser lo mío—pero este lugar es distinto. Es antiguo, supuestamente el jardín privado más viejo de Corea, y se nota que lo cuidan con cariño desde hace años. Había familias sacándose fotos junto a los estanques y caminos que daban vueltas y me hacían perder la noción del tiempo. En invierno hacen un festival de luces—Minji nos mostró fotos en su móvil y ahora me muero por verlo en persona. Se puso frío cuando el sol empezó a bajar; se escuchaban risas entre los pinos.
Mirando atrás, no fue solo visitar lugares—fue sentir el silencio de la Isla Nami después del ruido de Seúl, o escuchar a Minji reír cuando intenté pronunciar “Eobi Ice Valley” (no me pidan repetirlo). A veces viajar es eso, pequeños momentos así. Todavía pienso en esos árboles dorados cuando todo se vuelve caótico en casa.
El viaje desde Seúl a la Isla Nami dura aproximadamente 1.5 horas en autobús o minivan, ida y vuelta.
Sí, las entradas para ambos lugares están incluidas en el precio del tour.
El tour cuenta con personal que habla inglés y chino durante todo el día.
Los bebés son bienvenidos; deben ir en el regazo de un adulto y viajan gratis (sin asiento propio).
Por favor avisa con anticipación si llevarás cochecito o silla de ruedas para que puedan ayudarte mejor.
El tour funciona todo el año; en invierno hay salidas más tarde para ver el Festival de Luces del Jardín de la Calma Matutina.
No incluye almuerzo; tendrás tiempo libre en la Isla Nami para comprar comida en puestos o cafeterías locales.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de los puntos de encuentro en Seúl.
Tu día incluye transporte ida y vuelta en autobús o minivan con aire acondicionado desde Seúl, todas las entradas para la Isla Nami y el Jardín de la Calma Matutina, además de asistencia de personal que habla inglés y chino durante todo el recorrido para que solo te preocupes por disfrutar y pasear a tu ritmo antes de regresar por la tarde.
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