Camina por senderos de pino en Bulguksa, contempla el Buda de piedra en Seokguram tras atravesar el bosque, disfruta sabores auténticos coreanos en el almuerzo y vive el atardecer en el estanque Wolji, todo con un guía local que da vida a las historias de Silla.
Sinceramente, no esperaba que Gyeongju se sintiera tan viva bajo tanta historia. Nuestro guía, el señor Kim, nos recogió en el hotel, ya sonriendo antes de que terminara mi café. Primera parada: templo Bulguksa. Los escalones de piedra aún estaban húmedos por la lluvia de la noche anterior y se olía el pino en el aire. Kim nos enseñó cómo hacer una reverencia en el salón principal (yo torpe, él solo sonreía). Dentro había un silencio especial, como si hasta los pájaros supieran que no debían interrumpir.
Subir en coche hasta la gruta Seokguram fue como dejar la ciudad atrás para siempre. El camino serpentea entre el bosque y solo se escuchaba el crujir de nuestras pisadas sobre la grava. Dentro de la gruta, la estatua de Buda está ahí, tranquila, mientras todos caminamos tratando de no hacer ruido. Intenté imaginar cómo construyeron algo así dentro de una cueva… imposible de entender. La vista de Gyeongju desde allí es impresionante; colinas verdes que se extienden hasta el infinito.
Almorzamos en un lugar que eligió Kim: Hongsi Han-jeongsik. Tantos platitos que perdí la cuenta (el postre de caqui me sorprendió, dulce pero sin empalagar). Nos reímos de mis habilidades con los palillos; él dice que con práctica se mejora, pero no me convence. Después de comer, caminamos para bajar la comida en el complejo de tumbas Daereungwon, donde los montículos de césped parecen suaves colinas. Había niños corriendo entre ellos y señoras vendiendo snacks en la entrada.
Al atardecer llegamos al observatorio Cheomseongdae; las piedras parecían doradas con la luz baja. El señor Kim nos contó sobre la reina Seondeok y señaló que cada capa tiene un significado (yo ni me había fijado). Luego visitamos el museo, y cerramos el día en el palacio Donggung y el estanque Wolji, con las luces reflejándose en el agua, parejas haciéndose selfies y alguien tocando guitarra cerca. Un ambiente tranquilo y especial para un lugar que ha visto tanto cambio.
El tour es de día completo, comenzando a media mañana o al mediodía según la temporada y terminando después del atardecer en el estanque Wolji.
Sí, la recogida y el regreso al hotel están incluidos para tu comodidad.
El almuerzo es en un restaurante tradicional coreano con varios platos y especialidades locales.
Todos los peajes, estacionamientos y entradas están incluidos en la reserva.
Sí, puedes cambiar o añadir paradas como Hwangnidan-gil o el pueblo Yangdong según tus intereses.
Sí, el transporte es en un vehículo con aire acondicionado durante todo el día.
El tour es apto para bebés (con asiento) y usuarios de silla de ruedas; se ofrece accesibilidad donde es posible.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en vehículo con aire acondicionado, con todos los peajes y estacionamientos cubiertos; entradas a templo Bulguksa, gruta Seokguram, tumbas reales y museo; además de un almuerzo tradicional coreano de varios platos antes de volver cómodamente por la tarde.
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