Camina por los escenarios de la historia de amor más famosa de Colombia, prueba vino local ahumado en una plaza tranquila y descubre cómo la caña de azúcar marcó Valle del Cauca. Con recogida en hotel y guía experto, vivirás historias reales y momentos que no se olvidan.
Lo primero que recuerdo es cómo se sentía el aire: cálido pero ligero, con ese aroma dulce y fresco de pasto mientras salíamos de Cali rumbo a la Hacienda El Paraíso. Nuestro guía, Camilo, señalaba las filas de guadua que pasaban rápido por la ventana. Nos contó sobre “María”, esa vieja novela colombiana que aquí todos parecen conocer de memoria. Yo nunca la había leído (y todavía no), pero caminar por esos pasillos de madera crujiente y jardines sombreados donde supuestamente se desarrolló la historia… fue como entrar en la memoria de alguien más. Había pájaros por todos lados, tan ruidosos que me hizo reír, y un jardinero que nos saludó con una sonrisa como si ya hubiera visto todo eso antes. Quizá así fue.
Paramos en un pueblito para echar un vistazo rápido a un monumento: María y Efraín en piedra, tomados de la mano. Era más pequeño de lo que imaginaba. Alguien me pasó una copa de vino local (no estoy seguro de la uva) y tenía un sabor terroso, casi ahumado. Li se rió cuando intenté decir “vino artesanal” en español — seguro lo dije mal. El sol ya estaba alto y todo se veía más brillante, hasta el polvo en mis zapatos.
Luego fuimos a Piedechinche, una hacienda de 300 años convertida en museo de la caña de azúcar. La palabra clave aquí es “museo de caña de azúcar cerca de Cali”, pero en realidad no parecía un museo. Más bien era como pasear por un cuento antiguo: mapas descoloridos en las paredes, prensas antiguas que podías tocar, y ese leve olor a melaza que se quedaba en los dedos después de probar un poco de panela. Camilo nos explicó cómo todo cambió cuando llegó el azúcar hace siglos; su voz bajaba en esos pasillos frescos llenos de fotos viejas. Aún pienso en eso: cómo algo tan cotidiano moldeó pueblos enteros.
Me fui con las manos pegajosas y la cabeza llena de detalles curiosos: cómo el sol daba justo en esas tejas rojas al mediodía, o el silencio que caía en la bodega de vino cuando todos dejaban de hablar por un instante. Si buscas una excursión desde Cali que no sea solo para tachar lugares, esta se queda contigo.
El tour dura unas 7 horas, incluyendo el traslado desde Cali.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos.
Las entradas a la Hacienda El Paraíso y al Museo de la Caña están incluidas.
Sí, visitarás la bodega Santa Solera para una degustación de vino artesanal.
Sí, todas las áreas son accesibles para sillas de ruedas y se permite el acceso con cochecitos o en brazos para bebés.
Usa calzado cómodo y ropa ligera; lleva protector solar, repelente, agua y quizá algo para la lluvia.
El tour funciona con lluvia o sol; lleva paraguas o impermeable por si acaso.
Un guía local experto te acompaña durante toda la experiencia.
Tu día incluye recogida y regreso en hoteles de Cali, entradas a Hacienda El Paraíso y Museo de la Caña Piedechinche, visitas guiadas por casas y jardines históricos, además de paradas para degustar vino artesanal local antes de regresar por la tarde — todo organizado para que solo disfrutes.
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