Te levantarás antes del amanecer en San Pedro de Atacama para el traslado y desayuno antes de recorrer las calles tranquilas de Toconao con tu guía local. Observa flamencos en Laguna Chaxa y disfruta un almuerzo con vistas en Socaire. Camina entre los colores salvajes de Piedras Rojas y respira el aire fino junto a las lagunas altiplánicas, quedándote con más preguntas que respuestas.
“Hace más frío de lo que esperaba,” dije mientras metía las manos más adentro de mi chaqueta al salir en Toconao. Nuestra guía Camila sonrió — “Así es el desierto.” La plaza aún dormía, unos pocos locales armando canastas de frutas y pequeñas figuras de piedra. Alguien nos llamó para probar un higo seco. Dulce, masticable, con un toque polvoriento del viento. Caminamos junto a la iglesia antigua; Camila señaló el campanario hecho de madera de cactus. Nunca había visto algo así — podías sentir la textura y los años en cada veta.
El viaje hacia Laguna Chaxa fue silencioso, solo se escuchaba a Camila tarareando suavemente en español. Al bajar, me invadió esa mezcla extraña de sal y sol en el aire, aguda pero fresca. Los flamencos se movían despacio sobre el agua, sus reflejos tan nítidos que parecía una escena preparada (pero no lo era). Intenté sacar una foto, pero desistí; ese tipo de silencio no se atrapa con la cámara. Detrás de nosotros alguien se reía de lo rosadas que parecían sus patas junto a las aves. Paramos en el Trópico de Capricornio para una foto rápida — no sé por qué, pero me pareció genial.
Después llegamos a Socaire — casitas pequeñas aferradas a la ladera, todas ocres y blancas bajo un cielo inmenso. El almuerzo fue sencillo: sopa de quinoa, pan aún tibio salido de un horno casero. La iglesia tenía las puertas abiertas y una brisa traía un leve aroma a tierra e incienso. Un hombre mayor nos mostró cómo riegan los cultivos con canales de piedra antiguos; hablaba despacio para que siguiéramos su español (seguro me perdí la mitad, pero aprendí algo).
Luego vino lo más alto: subir hacia las lagunas Miscanti y Meñiques a 4.200 metros. Es difícil describir lo azules que son esos lagos — como si hubieran subido el color solo para nosotros. El viento me quemaba las mejillas, pero no podía dejar de mirar esos volcanes que se alzaban detrás de todo. Piedras Rojas parecía casi irreal de cerca: rocas rojas sobre costras blancas de sal, moldeadas por el viento y el tiempo (Camila dijo que es por oxidación). Caminamos una hora más o menos — la verdad perdí la cuenta porque cada rincón parecía nuevo. Mis botas crujían sobre grava que dejaba polvo rojo en mis calcetas.
Sigo pensando en ese silencio extraño entre ráfagas de viento, o en cómo el almuerzo sabe mejor después de caminar bajo ese cielo. Si buscas un momento espectacular y rimbombante, aquí podrías perder lo realmente especial: es lento, abierto, lleno de pequeños detalles si te fijas bien.
El tour dura aproximadamente un día completo con recogida temprano en el hotel.
Sí, el almuerzo durante el recorrido está incluido en la experiencia.
Sí, las entradas a lugares como Laguna Chaxa se pagan directamente en el sitio.
Las lagunas están a unos 4.200 metros sobre el nivel del mar.
Sí, el transporte compartido con recogida en hotel está incluido en San Pedro de Atacama.
La edad mínima es 12 años y la máxima 75, según la política de la agencia.
El conductor/guía habla español e inglés durante el tour.
Incluye una caminata de aproximadamente una hora cerca de Piedras Rojas.
Tu día incluye recogida temprano en el hotel en San Pedro de Atacama con transporte compartido y guía bilingüe (español e inglés); desayuno antes de salir; un almuerzo tradicional en ruta (usualmente en Socaire); y regreso al centro del pueblo al final de la tarde, cansado pero feliz.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?