Viaja desde Puerto Varas bordeando el lago Llanquihue con un guía local, explora las laderas del Volcán Osorno, contempla las imponentes cascadas de Petrohué y respira el aire del bosque junto al lago Todos los Santos. Risas, momentos de calma, traslado desde y hacia el hotel, y muchas historias para contar.
Con las manos envueltas alrededor de una taza de café con un leve sabor ahumado —quizás era el aire de la montaña—, observaba cómo las nubes se deslizaban sobre el Volcán Osorno. Nuestra guía, Camila, ya nos había señalado la cima nevada mientras cruzábamos el lago Llanquihue, pero verlo de cerca era otra historia. Las ventanas del bus se empañaban cada vez que alguien reía a carcajadas o intentaba limpiar el vapor para sacar una foto. Recuerdo pensar en lo verde que estaba todo, incluso bajo esa llovizna matutina.
Hicimos una parada en el centro de esquí, donde Camila bromeó sobre la “nieve eterna” (sus palabras), y algunos subieron en telesilla hasta más arriba. Yo me rajé —las alturas no son lo mío— así que me quedé paseando y practicando cómo pronunciar “Llanquihue” como ella. Ella sonrió y dijo que ya estaba mejorando. El viento allá arriba me pellizcaba las mejillas, pero de alguna forma hacía que el café supiera aún mejor. Cuando las nubes se abrieron un instante, se podía ver hasta el volcán Calbuco; en ese momento todos guardamos silencio.
Más tarde, en las Cascadas de Petrohué, primero se escucha el río antes de verlo —un murmullo profundo bajo tus pies mientras caminas sobre las rocas volcánicas negras. El agua tenía un tono azul verdoso casi irreal contra ese fondo oscuro. Camila nos contó cómo los flujos de lava moldearon todo este paisaje; recogió una piedra pequeña y me la pasó —suave pero con textura—. Aún la guardo en algún rincón de mi mochila.
La última parada fue el lago Todos los Santos. Algunos se animaron a un paseo en bote (yo no, se me acabaron los pesos), pero solo estar en la orilla ya me bastó. Había un aroma a tierra mojada y pino, y por un momento nadie dijo nada. Es curioso qué se queda después de una excursión desde Puerto Varas —no solo las vistas, sino esos pequeños instantes en los que sientes que formas parte de algo antiguo y salvaje.
Sí, el traslado desde y hacia el hotel está incluido si tu alojamiento está en el centro de Puerto Varas.
Sí, el itinerario incluye ambas paradas: las Cascadas de Petrohué y el lago Todos los Santos.
Existe la opción de un paseo en bote de 40 minutos por el lago Todos los Santos si lo deseas.
No, las entradas a los parques nacionales no están incluidas en esta excursión.
No se incluye almuerzo, pero habrá tiempo para comprar café o snacks en las paradas.
El guía habla español, inglés o portugués durante toda la visita.
Se dedica aproximadamente una hora en el centro de esquí del Volcán Osorno; el tiempo en otras paradas varía según el ritmo del grupo.
La excursión es apta para todos los niveles físicos, pero no se recomienda para personas con lesiones en la columna; los niños deben ir acompañados por un adulto.
Tu día incluye traslado desde y hacia el hotel en Puerto Varas, transporte en auto o minibús con un guía local que habla español, inglés o portugués durante toda la visita. Tendrás tiempo para recorrer cada lugar y podrás comprar snacks o bebidas en el camino antes de regresar por la tarde.
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