Saldrás antes del amanecer desde San Pedro de Atacama para ver el vapor al amanecer en los géiseres El Tatio, compartir un desayuno junto a las pozas burbujeantes, avistar flamencos en el valle de Putana y pasear por el pueblo de Machuca para probar brochetas de llama (si está abierto). El frío cala, pero las vistas se quedan contigo mucho tiempo.
Para ser sincero, casi me rindo con este tour a los géiseres El Tatio cuando sonó mi alarma a las 4 de la mañana en San Pedro de Atacama. Pero me alegro de no haberlo hecho — hay algo extrañamente tranquilo en subir a una van a oscuras con desconocidos, todos abrigados y medio dormidos. Nuestra guía, Carla, nos ofreció té de coca y soltó un chiste sobre el “pelo de altura” (el mío sin duda lo tenía). El viaje fue silencioso salvo por el crujir de la grava bajo las ruedas y algún que otro suave ronquido detrás de mí.
El aire se siente distinto al bajar en el campo de géiseres — seco, cortante, casi metálico en la lengua. El vapor se elevaba por todos lados, mezclándose con los primeros rayos del sol. Carla explicó que El Tatio es uno de los campos geotermales más grandes del mundo (creo que dijo que hay más de 80 géiseres, aunque perdí la cuenta después de diez), pero lo que más me quedó fue la sensación del suelo bajo mis pies: costroso, cálido en algunos puntos, y un poco vivo. Caminamos entre pozas burbujeantes mientras alguien del grupo intentaba hacerse un selfie y casi se le cae el teléfono en un charco de barro. El desayuno fue sencillo pero perfecto — pan aún tibio sacado de una mochila, queso con un toque salado, huevos humeantes en el aire frío. Nunca había tomado un café tan rico.
Cuando ya nos habíamos calentado un poco, seguimos hacia el valle de Putana donde los flamencos parecían comas rosadas sobre el agua azul. Carla señaló unas flores diminutas que asomaban entre el polvo (“llareta”, dijo — seguro lo escribo mal). El silencio era fácil, como si nadie quisiera romperlo mientras observábamos a las aves. De regreso paramos en el pueblo de Machuca para probar brochetas de llama (dudé, pero al final me animé — no estaban mal) y curioseamos una iglesia blanca con la pintura desconchada y una campana que parecía más vieja que cualquiera de los presentes. Eso sí, si vas un lunes o martes, ten en cuenta que Machuca está cerrado y solo pasarás de largo.
Aún recuerdo cómo me entumecían los dedos por el frío horas después, pero también la inmensidad que sentí allá arriba — cielo para rato, vapor que se perdía en la nada. No esperaba sentir tanto. Así que sí, si estás pensando en reservar esta excursión desde San Pedro de Atacama a los géiseres El Tatio… pon la alarma sin dudar.
El tour sale antes del amanecer; la recogida suele ser cerca de las 4 a.m. en hoteles de San Pedro de Atacama.
Sí, el desayuno se sirve después del amanecer en el campo de géiseres e incluye pan, queso, jamón, huevos, café y más.
El campo de géiseres está a unos 4.200 metros (13.780 pies) sobre el nivel del mar.
Sí; verás flamencos en una laguna del valle de Putana, además de flora y fauna local.
Normalmente el tour hace una parada de unos 30 minutos en Machuca, salvo los lunes y martes que está cerrado.
Sí, la recogida en hotel está incluida en la reserva.
No; debido a la altitud, no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares o respiratorios.
Tu mañana incluye recogida en hotel en San Pedro de Atacama antes del amanecer, entrada al campo geotermal de El Tatio con tiempo para explorar junto a tu guía, un desayuno completo con pan, queso, jamón, huevos revueltos y bebidas calientes junto a las fumarolas. Luego pasarás por el valle de Putana para ver fauna (incluyendo flamencos) y una parada en el pueblo de Machuca para probar comida local si está abierto, antes de volver a tu hotel.
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