Te acomodarás en un asiento cómodo en el centro de Vancouver y verás pasar los bosques costeros rumbo a Whistler o Squamish. Tienes WiFi gratis si quieres (aunque, siendo sinceros, las vistas son lo mejor), además de más espacio para las piernas y baño a bordo para mayor tranquilidad. Conductores amables ayudan a todos, incluso si llevas cochecito o necesitas espacio para silla de ruedas. Un viaje sencillo que deja espacio para pequeñas sorpresas.
Recuerdo estar afuera del Hyatt en Melville Street, en Vancouver, sorprendido de lo tranquilo que estaba para ser el centro de la ciudad. El aire tenía ese toque fresco y húmedo que solo se siente cerca de la costa — no frío, solo un escalofrío si olvidas la chaqueta (como me pasó a mí). Nuestro conductor, Ravi, iba llamando nombres mientras la gente acomodaba sus maletas. Se rió cuando intenté pronunciar “Squamish” — parece que puse el acento en todos lados menos en el correcto. Es curioso cómo algo tan simple como subir a un bus puede sentirse como el comienzo de algo especial.
Los asientos eran más cómodos de lo que esperaba y había espacio de sobra para las piernas — nada de esa sensación apretada que a veces hay en estos traslados. También había WiFi gratis, aunque la verdad pasé más tiempo mirando por la ventana. Ya pasado Horseshoe Bay, las montañas empezaron a asomarse entre la niebla y todos guardamos silencio por un rato. Cuando paramos un momento en Squamish, se olía la lluvia sobre las agujas de pino; incluso con la puerta del bus cerrada, ese aroma fresco y limpio me llegó fuerte. Una pareja a mi lado señalaba algunos lugares para escalar que habían probado el verano pasado — sonaban mitad orgullosos, mitad aterrados al recordarlo.
Después de unas dos horas llegamos a Whistler — más o menos dependiendo del tráfico (el nuestro fue bastante fluido). El conductor ayudó a una señora mayor con su cochecito y se aseguró de que una persona en silla de ruedas ocupara el asiento delantero que había reservado para ella. Ese pequeño gesto me quedó grabado más de lo que pensé. No fue nada espectacular — simplemente se sintió bien, ¿sabes? A veces viajar es solo ir de un lugar a otro, pero otras veces es notar esas pequeñas muestras de amabilidad en el camino.
El bus sale frente al Hyatt Regency Hotel en Melville Street, cerca de la estación Burrard, en el centro de Vancouver.
Sí, hay WiFi gratis disponible durante todo el trayecto entre Vancouver y Whistler o Squamish.
El viaje suele durar unas dos horas, dependiendo del tráfico.
Sí, todos los buses cuentan con baño a bordo para los pasajeros.
Sí, las sillas de ruedas se transportan en la bodega sin costo y los pasajeros pueden reservar asiento en primera fila con ayuda del conductor.
Los bebés y niños pequeños pueden viajar en cochecito; los menores de 12 años deben ir acompañados por un adulto.
La parada es en el Squamish Adventure Centre, 38551 Loggers Lane, junto a la autopista 99.
La parada principal es en Whistler Gateway Loop, junto al Centro de Visitantes de Whistler; también es posible bajarse en Creekside Village cerca del Hotel Legends.
Tu viaje incluye recogida en el centro de Vancouver frente al Hyatt Regency Hotel, asientos cómodos con aire acondicionado y más espacio para las piernas, WiFi gratis durante todo el trayecto, baño a bordo para tu comodidad, y conductores atentos que ayudan con cochecitos o sillas de ruedas antes de llegar a Squamish o Whistler.
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