Corre a toda velocidad por Sydney Harbour con el viento salado en el pelo y los iconos de la ciudad pasando rápido—giros en jet boat, música a tope, risas y salpicaduras por todos lados. Incluye ponchos y taquillas para tus cosas. La emoción dura mucho después de secarte.
Confieso que creía estar preparado para el Thunder Jet, pero el primer giro me pilló desprevenido — agua por todos lados, la risa de mi amigo resonando sobre el motor. Sydney Harbour se ve distinto cuando vuelas a toda velocidad, con la sal en la nariz y el Opera House pasando fugaz a tu izquierda. Nuestro piloto (creo que se llamaba Sam) sonreía como si llevara mil paseos, y eso me dio mucha confianza. Hay algo especial en ver esos monumentos famosos mientras te agarras fuerte que hace que se te queden grabados para siempre.
La música retumbaba por los altavoces — una canción pop australiana que no reconocí — y pasamos rápido frente a la cara gigante de Luna Park y bajo el Harbour Bridge. Intenté gritarle algo a mi primo, pero solo terminé con la boca llena de salpicaduras. El viento me picaba las mejillas de una forma que me encantó. Antes de subir nos dieron ponchos amarillos brillantes (ayudan, pero no esperes salir seco) y había taquillas para guardar las cosas y que no se mojaran. Todos estábamos a medio reír, a medio prepararnos para el siguiente giro.
La verdad, no esperaba aprender nada, pero Sam nos señaló Rose Bay y el zoológico Taronga mientras pasábamos volando — parece que hay una playa secreta cerca de Watsons Bay, ¿quién sabe? Aunque con las gotas en mis gafas no vi mucho. Todo duró unos 30 minutos, pero en mi cabeza se alargó; todavía recuerdo esa mezcla rara de adrenalina y aire marino cuando bajamos la velocidad al final. Si buscas un paseo tranquilo para ver la ciudad... este no es. Pero si quieres sentir Sydney en la piel un rato, pues eso.
El paseo Thunder Jet dura aproximadamente 30 minutos de principio a fin.
Sí, hay taquillas seguras para guardar tus pertenencias antes de subir.
Sí, prepárate para mojarte con las salpicaduras aunque te den ponchos.
Todos los pasajeros deben medir más de 120 cm para poder subir.
Pasarás por el Opera House, Harbour Bridge, Luna Park, Rose Bay, Watsons Bay, Taronga Zoo y más.
Es apto para todos los niveles físicos, pero no se recomienda para embarazadas o personas con ciertas condiciones de salud.
No, no incluye recogida; hay opciones de transporte público cerca.
Tu entrada incluye ponchos amarillos para ayudarte a mantenerte seco (más o menos) durante esos giros locos, además de taquillas seguras para que tus cosas estén a salvo mientras te empapas y te ríes a carcajadas en Sydney Harbour.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?