Subirás al ventoso Kunanyi para disfrutar vistas salvajes de Hobart, caminarás bajo árboles milenarios en Mt Field, conocerás demonios de Tasmania en Bonorong y acabarás el día probando tartas de vieira en el histórico pueblo de Richmond. Una mezcla de naturaleza pura y el calor de un pueblo pequeño que te acompaña mucho después de irte.
La mañana empezó con la típica situación: me di cuenta de que había dejado la chaqueta de lluvia en el hotel. Nuestro guía, Nick, solo sonrió y me pasó una de repuesto que tenía en la furgoneta. Me dijo que el clima en Kunanyi (Mt Wellington) es impredecible y tiene vida propia. Y tenía toda la razón. Allí arriba, el viento soplaba tan fuerte que casi me arranca el gorro, pero la vista sobre Hobart y el río era como estar al borde de algo antiguo y salvaje. No dejaba de pensar en que los locales llaman a la montaña Kunanyi, no solo Mt Wellington — Nick me explicó que es del idioma Palawa Kani. Me gustó que se preocupara por decirlo bien.
Al conducir por el río Derwent rumbo a Mt Field, todo se volvió verde y con ese olor a humedad, musgo y corteza mojada. Al caminar hacia las cataratas Russell, un rayo de sol iluminó los helechos y parecían casi eléctricos. Nos detuvimos un momento solo para escuchar el agua golpear las rocas (y para recuperar el aliento). Una pareja de Sídney bromeaba sobre las sanguijuelas, pero lo único que vimos fueron wallabies corriendo entre la maleza. Es curioso lo silencioso que se vuelve un bosque cuando dejas de hablar.
No esperaba que el Santuario de Bonorong me emocionara tanto, pero ver de cerca a esos demonios de Tasmania — unos bichitos peleones — me tocó el corazón. El personal es súper apasionado; se nota en cómo cuentan las historias de rescate de cada animal. Dar de comer a los canguros fue más desordenado de lo que imaginaba (mis manos olían a heno por horas), pero valió la pena.
Richmond fue nuestra última parada — un puente de piedra pequeño y el aroma a panadería antigua que se escapaba a la calle. Nick insistió en que probáramos las tartas de vieira (“¡es algo típico aquí!”), así que lo hicimos. Salsa de curry caliente por dentro y masa hojaldrada por fuera; casi me quemo la lengua porque no podía esperar. Paseamos por tiendas de antigüedades y la gente saludaba desde los porches como si nos conocieran de siempre. Esa calidez se queda contigo más que cualquier foto.
El tour cubre todos los lugares en un día, con recogida y regreso al hotel incluidos.
Sí, la entrada al Santuario de Bonorong está incluida en tu reserva.
No, no se incluyen comidas, pero tendrás tiempo en Richmond para probar comida local como las tartas de vieira.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y hay asientos para bebés disponibles.
Sí, la recogida y el regreso a hoteles seleccionados en Hobart están incluidos en la reserva.
Verás demonios de Tasmania, canguros, wallabies y otros animales nativos cuidados por el personal local.
Las caminatas son fáciles a moderadas; las cataratas Russell son accesibles por un sendero suave apto para casi todos los niveles.
Tu día incluye recogida y regreso a hoteles seleccionados en Hobart, transporte con aire acondicionado en grupo pequeño, entradas al Santuario de Bonorong y a las cataratas Russell en Mt Field, todo guiado por alguien que conoce la historia de Tasmania (y dónde encontrar la mejor tarta).
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?