Recorre Queen Victoria Market en Melbourne con un guía local, probando desde canguro a la parrilla hasta ostras frescas y dulces donas de mermelada. Escucha historias de los vendedores, degusta especialidades de temporada en grupos pequeños y llévate tu propia bolsa de mercado (y quizás algunos antojos nuevos). Es animado, sorprendente — a veces desordenado — pero siempre auténtico.
Confieso que no esperaba encariñarme tanto con una bolsa de tela. Pero ahí estaba yo, frente a la librería Mary Martin en Queen Street, agarrando la mía como si fuera un trofeo. Nuestro guía, Sam — que parecía conocer a todos los vendedores por su nombre — nos reunió y nos llevó al corazón del Queen Victoria Market. El ambiente era ruidoso, pero de ese modo que te resulta familiar: el ruido de las cajas, alguien anunciando el precio de las manzanas, el aroma del café mezclado con ese olor salado del puesto de mariscos. Me distraía con todos los carteles escritos a mano y la forma en que se saludaban aquí — muchos asentimientos y sonrisas rápidas.
El primer bocado que me sorprendió fue una loncha de canguro a la parrilla con pimienta. Dudé (¿canguro?), pero Sam sonrió y dijo que es un clásico en Vic Market. Tenía un toque ahumado y era sorprendentemente tierno — nada de lo que esperaba. Luego probamos ostras de Coffin Bay; frías y con un sabor casi metálico, pero perfectas después de tanto bullicio afuera. También hubo quesos (el de leche de cabra aún me persigue), aceitunas bañadas en aceite, pulpo en escabeche que hizo reír a Li, del grupo, cuando intentó pronunciarlo en griego — se rindió a mitad de camino.
Hay una zona en Deli Hall donde todo huele a pan y especias al mismo tiempo. Sam nos señaló una pasta artesanal familiar escondida detrás de unas cajas — si no la buscas, la pasas de largo. El dueño nos saludó y nos ofreció pequeñas muestras de dolmades, tan apretados que parecían joyas verdes. Pensé en cuántas manos habrían tocado esos alimentos antes de llegar a nosotros. El mercado parecía menos un lugar para comprar y más una pequeña ciudad propia.
Terminamos cerca del puesto de donas — donas calientes rellenas de mermelada y espolvoreadas con azúcar, que comimos de pie porque no podíamos esperar a sentarnos. Tenía los dedos pegajosos y no me importó nada. Todo el recorrido por Queen Victoria Market fue a la vez caótico y sorprendentemente cercano; quizá por el grupo pequeño o porque aquí todos parecen formar parte de algo. Incluso ahora, cuando abro esa bolsa en casa, juro que aún huele un poco a aceitunas y café molido.
La visita guiada a pie dura aproximadamente dos horas.
No, no se pueden atender requerimientos dietéticos individuales en este tour.
El punto de encuentro es frente a la librería Mary Martin, en la esquina de Queen Street con String Bean Alley.
Las degustaciones varían según la temporada, pero suelen incluir ostras, canguro a la parrilla con pimienta, quesos, dips, aceitunas, dolmades, pulpo en escabeche y donas calientes con mermelada.
No se ofrece agua embotellada; se recomienda llevar botella para rellenar en las estaciones de agua del mercado.
El tour en grupo pequeño está limitado a 10 personas por guía.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden participar en cochecito o carriola.
Tu día incluye una caminata guiada de dos horas por Queen Victoria Market con degustaciones generosas de alimentos de temporada (como mariscos frescos, quesos, dips, aceitunas), además de una bolsa reutilizable del mercado para llevar como recuerdo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?