Visitarás monasterios milenarios como Khor Virap y Noravank, te sumergirás en la historia, degustarás vinos locales en el pueblo de Areni y compartirás una comida armenia casera, todo acompañado de relatos de guías que conocen cada rincón.
La salida de Ereván fue temprano, aún con ese aire fresco de la mañana que solo se siente en las alturas armenias. Nuestro guía, Arman, ya compartía historias antes de que saliéramos de la ciudad. Primera parada: el Monasterio de Khor Virap. Imposible perderlo: está justo en la frontera con Turquía, con el monte Ararat dominando el paisaje. La vista es impresionante, pero lo que realmente me marcó fue bajar al antiguo calabozo donde Gregorio el Iluminador estuvo preso durante años. Allí abajo es oscuro y fresco; si te quedas quieto, casi puedes escuchar ecos de antiguas plegarias.
Luego, nos adentramos en Vayots Dzor, con sus colinas rocosas y viñedos escondidos entre caminos polvorientos. En el pueblo de Areni, el aroma de las uvas fermentando nos llegó antes de ver el cartel de la bodega “Hin Areni”. La sala de catas estaba animada: locales charlando con copas de vino tinto intenso, platos de queso y pan por doquier. Probamos varias variedades (mi favorita fue el tinto seco) y Arman nos contó que la tradición vinícola aquí tiene miles de años. Después llegó el almuerzo: tolma casero en una casa familiar cercana. Las hojas de parra tenían un sabor ácido y suave, y juraría que sentí hierbas recién recogidas esa misma mañana.
El Monasterio de Noravank fue nuestra última gran parada: un conjunto de iglesias encaramadas sobre una garganta serpenteante. Los acantilados brillan en tonos naranjas con el sol de la tarde; reina el silencio salvo por los pájaros que vuelan entre las rocas. Hay una talla del Padre Dios sobre la puerta de la iglesia que nuestro guía señaló como única en Armenia. De regreso a Ereván, todos se quedaron dormidos un rato, llenos del almuerzo y quizás un poco adormecidos por el vino.
La excursión incluye algunas escaleras y terrenos irregulares en los monasterios; se recomienda una condición física moderada. Disponemos de asientos especiales para bebés si es necesario.
¡Sí! Puedes adquirir botellas directamente en Hin Areni después de la sesión de cata.
Por favor, avísanos con antelación; podemos organizar comidas vegetarianas con nuestros anfitriones en el pueblo de Areni.
Tu reserva incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado, agua embotellada para cada participante, entradas a todos los sitios, guía durante todo el día, cata de vinos en la bodega Hin Areni y un almuerzo casero (con clase magistral de tolma incluida) en una casa local del pueblo de Areni.
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