Sumérgete en la calma con un masaje privado de 1 hora en un entorno tranquilo de Hoi An. Té de bienvenida, música suave y cuidado experto de terapeutas locales, con sábanas frescas en cada sesión. Un respiro silencioso que recordarás mucho después de Vietnam.
Lo primero que me ofrecieron fue una tacita de té de jengibre — calentito, poco dulce, y la verdad, no esperaba que me resultara tan reconfortante. La recepcionista sonrió y me preguntó si quería la música más bajita o si el volumen estaba bien. Curioso, pero ese pequeño detalle me hizo sentir que podía relajarme de verdad durante una hora. El lugar estaba fresco (bendito aire acondicionado) y había un aroma sutil a hierba limón en el aire. No era fuerte, solo lo justo para notar al respirar.
Mi terapeuta, Linh, hablaba suave y me preguntó si la presión era adecuada — seguro asentí demasiado rápido porque ya estaba medio derretido sobre la camilla. Las sábanas estaban limpias y frescas, algo que se agradece más de lo que uno piensa cuando intentas olvidarte del móvil por un rato. En un momento, al presionar mis hombros, me di cuenta de toda la tensión que traía desde que llegué a Vietnam — quizá incluso antes. La música era suave, una especie de instrumental vietnamita, pero al final solo escuchaba cómo mi respiración se iba calmando.
No esperaba quedarme dormido, pero en un momento lo hice — desperté con Linh diciendo en voz baja “terminado” y sonriendo como si guardara un secreto. Salir de nuevo al calor de Hoi An se sintió raro, como nuevo; la piel me hormigueaba por el aceite y todo parecía más tranquilo afuera, o tal vez era yo. En fin, si buscas un masaje privado en Hoi An sin prisas ni incomodidades, este es el lugar. A veces todavía recuerdo ese té de jengibre.
Sí, las salas son accesibles para sillas de ruedas y aptas para todos los niveles físicos.
La experiencia privada dura una hora.
Los bebés pueden estar en el regazo de un adulto o en cochecito durante la sesión.
Sí, hay opciones de transporte público cerca.
Sí, se proporcionan sábanas y toallas limpias para cada cliente tras cada sesión.
Tu hora incluye una taza de té de jengibre al llegar, una sala privada con aire acondicionado y música relajante, cuidado experto de terapeutas locales y sábanas frescas en cada sesión — todo para que solo te dediques a desconectar sin preocuparte por nada más.
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