Este tour Easy Rider de tres días te lleva de Da Lat a Nha Trang con guías locales. Disfruta café fuerte en plantaciones, comparte vino de arroz con familias, nada bajo cascadas o admíralas desde templos, y recorre el lago Lak en canoa, todo con recogida en hotel incluida. Una aventura llena de sabores y recuerdos que querrás revivir.
Ya llevábamos la mitad del camino por esa carretera serpenteante saliendo de Da Lat cuando el aire cambió: más fresco, más nítido, y con ese olor a tierra mojada que solo se siente en las tierras altas después de la lluvia. Nuestro guía, Tuan, se detuvo junto a una plantación de café y sonrió: “¿Quieres probar?” Asentí, sin saber muy bien qué esperar. El Robusta era tan fuerte que me despertó hasta los huesos, pero fue el vino de arroz casero en la siguiente parada lo que casi me tumbó. Hay algo especial en beber con una familia local en su cocina, solo risas rebotando en las paredes y ese dulce aroma a arroz fermentado por todos lados.
El camino en sí no siempre fue fácil. A veces nos topábamos con tramos donde la carretera desaparecía entre polvo rojo y flores silvestres. Paramos en la Cascada del Elefante (no pudimos acercarnos mucho porque ahora está cerrada), pero desde el templo Linh An arriba aún se escuchaba el rugido y se veía la niebla entre los árboles. Tuan nos señaló la estatua de la Dama Buda, de 74 metros, y nos contó historias de monjes budistas que meditaban aquí durante días. Todavía recuerdo lo tranquilo que se sentía estar allí, solo el viento tirando de mi chaqueta y las banderas de oración ondeando sobre nosotros.
Al día siguiente madrugamos —a las 6 de la mañana— para un paseo en canoa por el lago Lak. El agua estaba tan quieta que solo se movía con el ritmo de nuestros remos; cerca, un gallo cantaba y el humo de los fogones de desayuno en la aldea M’nong se mezclaba con el aire. Más tarde nadamos bajo la cascada Dray Sap (fría como el hielo), comimos bocadillos de pollo frescos comprados en un mercado, y luego rodamos entre granjas de champiñones y plantaciones de caucho hasta llegar a Nha Trang por la tarde. Tres días que volaron, pero cada momento fue real: barro en las botas, jugo de caña pegajoso en las manos, y el pelo despeinado bajo el casco.
Sí, los principiantes son bienvenidos; el tour ofrece conductores expertos si prefieres no manejar, y todo el equipo de protección está incluido.
Lleva ropa ligera para cambios de clima, zapatos resistentes para caminar o nadar cerca de las cascadas, protector solar y tu cámara para capturar cada vista.
El tour incluye almuerzos tipo picnic o paradas en restaurantes locales donde podrás probar especialidades regionales como bocadillos frescos de pollo.
Lo mejor es avisar sobre tus necesidades dietéticas al reservar para que el guía pueda organizar opciones adecuadas durante el recorrido.
Tu experiencia incluye recogida y regreso al hotel en Da Lat y Nha Trang, entradas a todos los lugares visitados, guías locales en inglés que conocen cada atajo e historia, equipo de moto completo (casco, coderas y rodilleras), impermeables si hace falta, y pequeños recuerdos como una camiseta sin mangas o pulsera para que guardes tu aventura.
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