Despierta rodeado de las islas de piedra caliza de la Bahía de Halong en tu cabina con vistas al mar. Navega en kayak bajo acantilados milenarios en la cueva Luon, nada o simplemente disfruta la vida en la isla Titop, y comparte auténticas comidas vietnamitas con nuevos amigos, guiados por locales que conocen cada historia detrás de cada roca y ola.
“¿Alguna vez has probado a pescar calamares?” Así nos preguntó Tuan, nuestro guía, mientras nos asomábamos por la barandilla esa primera noche en el barco. La verdad es que no. El aire en la Bahía de Halong tenía un toque salado suave, como piedra mojada y algas, y aunque era temprano en la tarde, el cielo ya se había vuelto de un azul intenso. Salimos de Hanoi esa mañana (el transporte llegó puntual, lo que me sorprendió) y al mediodía ya estábamos subiendo a la cubierta de este crucero 4 estrellas que resultó ser muy cómodo. Mi cabina tenía grandes ventanas con vistas al mar; despertar con esa panorámica todavía me emociona.
El almuerzo fue un desfile de platos para compartir: pescado con hierba de limón, un tofu que me gustó más de lo esperado… Luego pasamos por islas con formas curiosas: Incensario, Gallo de pelea… Tuan las señalaba con una media sonrisa, como si contara la historia por centésima vez, pero disfrutándola igual. Más tarde, remar en kayak dentro de la cueva Luon fue casi mágico; las paredes de piedra caliza parecían abrazarnos y el eco de los remos resonaba en la cueva. Unos monos nos observaban desde las rocas (uno parecía juzgar mi técnica). Después, algunos se lanzaron a nadar en la isla Titop, yo preferí sentarme en la arena con los pies en el agua. El sol allá afuera se sentía distinto.
De vuelta en el barco antes del atardecer, hubo una pequeña fiesta con frutas y bebidas: nada sofisticado, pero todos nos relajamos. Alguien intentó cantar karaoke (con poca suerte), y después de la cena —un auténtico banquete vietnamita— probamos a pescar calamares. No atrapamos nada, pero nos reímos un montón. Por la mañana, Tuan nos animó a hacer Tai Chi en la cubierta; no sé si lo hice bien, pero moverme despacio mientras la niebla se enroscaba entre las montañas verdes fue sorprendentemente relajante.
La última parada fue la Cueva Sorprendente. Por dentro es enorme, con aire fresco y formaciones rocosas extrañas por todos lados. Se escuchaba el murmullo de otros grupos rebotando en las paredes, pero si te quedas quieto un momento, el silencio te permite oír tus propios pasos sobre la piedra húmeda. Luego disfrutamos un brunch mientras navegábamos de regreso a la costa, con el café empañando mis gafas y todos compartiendo fotos e historias de sus rincones del mundo. La despedida fue rápida; aún no estaba listo para volver a Hanoi.
Sí, el traslado desde hoteles en Hanoi está incluido si reservas el servicio de shuttle.
El crucero incluye kayak o paseo en bote de bambú en la cueva Luon, baño en la isla Titop, clase de Tai Chi, clase de cocina, fiesta al atardecer, pesca de calamares, karaoke y visita a la Cueva Sorprendente.
Sí, se ofrecen opciones vegetarianas bajo petición para todas las comidas a bordo.
El trayecto dura aproximadamente entre 3 y 4 horas por trayecto.
Sí, es accesible para sillas de ruedas y adecuado para familias con bebés o niños pequeños.
Sí, todas las cabinas cuentan con vistas privadas al mar sobre la Bahía de Halong.
El tour incluye cuatro comidas: un almuerzo, una cena, un desayuno y un brunch.
Tu viaje incluye traslado ida y vuelta desde hoteles en Hanoi (si se reserva), guía local de habla inglesa durante los dos días en la Bahía de Halong, entradas a todas las atracciones incluyendo la Cueva Sorprendente y la isla Titop, experiencia en kayak o bote de bambú en la cueva Luon (a elegir), cuatro comidas tradicionales vietnamitas con opciones vegetarianas disponibles bajo petición, clase de cocina a bordo, fiesta al atardecer con bebidas y frutas cada noche. Pasarás la noche en una cabina deluxe privada con vistas al mar en un barco 4 estrellas antes de regresar a Hanoi al final de la tarde del día siguiente.
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