Sumérgete en la vibrante noche de Montevideo con una velada en El Milongón: tambores de candombe en vivo, bailarines de tango pasando junto a tu mesa, vinos locales maridados con platos uruguayos y risas compartidas con locales y viajeros. Sentirás el pulso de la ciudad en cada ritmo, un recuerdo que quedará mucho después de irte de Uruguay.
“¿Alguna vez escuchaste candombe en vivo?” me preguntó el chofer mientras cruzábamos los barrios antiguos de Montevideo — la verdad, no. Afuera de El Milongón la calle estaba tranquila, solo un par de chicos jugando con una pelota contra unas paredes azules desgastadas. Adentro, la luz era tenue, solo velas parpadeando y el murmullo de gente acomodándose. Ana, nuestra guía local, nos hizo señas para sentarnos justo al borde de la alfombra roja (casi tropiezo con ella — ella solo sonrió). Había un aroma a carne a la parrilla y algo dulce que no lograba identificar. Se sentía como si todos esperaran que algo comenzara.
El show arrancó con tambores — no una música de fondo cualquiera, sino un ritmo profundo y vibrante que hizo temblar un poco mi copa. Primero salieron los bailarines de candombe, con trajes coloridos y energía desbordante. Ana se acercó para contarme que esta danza viene de la historia afro-uruguaya; su voz casi se perdía entre el ritmo. En un momento me di cuenta de que había dejado de comer mi bife (que estaba buenísimo) porque no podía despegar la mirada del escenario. Después vino el tango — más intenso que el que había visto en Buenos Aires — y luego la milonga con esos pasos rápidos que me hicieron desear poder bailar aunque sea la mitad de bien.
Intenté decir “gracias” a uno de los cantantes cuando pasó por nuestra mesa en el intermedio — seguro lo dije mal; él se rió y me dio una palmada en el hombro. El vino seguía llegando (el tannat uruguayo superó mis expectativas), y el postre sabía a caramelo pero con un toque ahumado, ¿no sé cómo se llama? Al final, todos en la mesa aplaudíamos sin entender del todo los ritmos. Salir a la fresca de la noche después de tanto color y ruido fue raro — como si llevaras un pedacito del latido de Montevideo contigo por un rato.
Sí, el traslado está incluido si eliges esa opción al reservar tu experiencia de cena en Montevideo.
La cena es un menú de tres pasos con platos típicos uruguayos y una selección de vinos nacionales o importados.
La noche en El Milongón suele durar varias horas, incluyendo la cena y varias presentaciones en vivo.
Sí, el espectáculo es para todos los niveles físicos y está abierto a familias, viajeros solos o grupos.
El Milongón está en un barrio histórico candombero, donde antes estaba el Conventillo Gaboto, en el centro de Montevideo.
Tu noche incluye traslado desde el hotel si lo seleccionas al reservar, entrada a la cena y show en El Milongón, un menú completo de tres pasos con opciones de vinos locales o importados, además de vibrantes presentaciones de candombe, tango, milonga y folklore uruguayo, para luego volver a tu hotel o seguir explorando por tu cuenta.
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