Recorrerás la verdadera historia de Kampala: las Tumbas Kasubi, el Palacio Kabaka, mercados locales y probarás comida ugandesa auténtica. No es solo turismo, es conocer gente y escuchar relatos que no aparecen en ninguna guía.
El sol ya calentaba la ciudad cuando nos encontramos con nuestro guía cerca del antiguo parque de taxis; nos saludó con una gran sonrisa y nos entregó botellas de agua fresquita. Primera parada: las Tumbas Kasubi. El aire olía a humo de leña y tierra mientras cruzábamos la entrada de techo de paja. Nuestro guía, Moses, nos contó historias sobre la familia real y señaló detalles en las esteras tejidas que yo habría pasado por alto. Se escuchaban pájaros charlando en lo alto del techo.
Seguimos por la Royal Mile hacia el Palacio Kabaka, que los locales llaman “Kabaka Anjagala Road”. Está bordeada de árboles viejos y por allí pasan boda-bodas a toda velocidad, con sus bocinas sonando. Dentro del palacio, Moses explicó cómo cavaron a mano el Lago Kabaka hace siglos. Las cámaras de tortura eran impactantes; si te fijas bien, aún se ven marcas en las paredes. Más tarde, en el mercado de artesanías, compré un tambor tallado a mano de una vendedora llamada Sarah, quien me dejó probarlo antes de comprar. Para almorzar, disfruté matooke con salsa de maní en un local cercano; honestamente, nunca había probado algo así.
Sí, todas las zonas y el transporte son accesibles para sillas de ruedas. Avísanos si necesitas ayuda extra.
Probarás platos típicos ugandeses como matooke (plátanos al vapor) con salsa de maní o estofado de carne. También hay opciones vegetarianas.
La experiencia completa dura unas 7 horas, incluyendo paradas y almuerzo.
Por supuesto, bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante todo el recorrido.
Tu día incluye transporte privado por Kampala, agua embotellada para refrescarte y un almuerzo local completo. Nosotros nos encargamos de todas las entradas para que solo disfrutes cada instante.
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