Si buscas una aventura auténtica con sabor local, este viaje de dos días a Sipi Falls es para ti. Caminarás por senderos escondidos, probarás café ugandés recién cosechado y conocerás a quienes llaman a estas colinas su hogar.
Salimos de Kampala justo cuando el sol empezaba a asomarse entre las nubes, recorriendo caminos que serpenteaban entre campos de caña de azúcar y la frondosidad del bosque de Mabira. La carretera hacia el este tiene su propio ritmo: niños saludando desde puestos al borde del camino, el aroma a maíz asado entrando por la ventana. Nuestro conductor nos señaló las cataratas Ssezibwa al pasar; los locales creen que tienen un significado espiritual. Ya entrada la tarde, llegamos a Kapchorwa, donde el aire se sentía más fresco y el monte Elgon se asomaba tímido tras una capa de neblina.
El tour de café por la tarde fue toda una revelación. Conocimos a Moses, quien nos mostró la pequeña finca familiar y nos dejó recoger cerezas maduras directamente del arbusto. El olor a granos recién tostados sobre carbón es algo que no olvidaré pronto. Molimos el café a mano y preparamos una taza en el momento; sinceramente, sabía mucho más intenso que cualquier café que haya probado en casa. La cena en el lodge fue sencilla pero reconfortante—matoke y estofado de cabra—y dormí como un tronco con el sonido lejano de las cascadas de fondo.
Al día siguiente empezamos temprano. Nuestra guía Sarah nos llevó por senderos embarrados hasta las tres cataratas de Sipi. Cada una es distinta: una cae con fuerza por un acantilado, otra salta sobre rocas cubiertas de musgo donde los niños juegan descalzos. Hay un punto a mitad de camino donde el rocío te moja la cara—¡despierta mejor que cualquier café! Los locales venden maní tostado en pequeños conos de papel cerca del inicio del sendero; el snack perfecto para piernas cansadas. Después del almuerzo, regresamos a Kampala con las ventanas abiertas, polvo en el cabello y zapatos todavía embarrados por la caminata.
La mayoría puede hacer la caminata si tiene una condición física razonable—hay tramos empinados, pero los guías van al ritmo de todos. A los niños que disfrutan estar al aire libre les encantará.
Calzado cómodo para caminar (el terreno puede estar embarrado), un impermeable ligero (el clima cambia rápido), protector solar y quizás una mochila pequeña para snacks o agua.
Sí, incluyen desayuno, almuerzo y cena. Puedes esperar platos locales como matoke (plátano), arroz, frijoles y algunas opciones de carne según lo que haya fresco ese día.
Avísanos con anticipación y haremos lo posible para adaptar las comidas a tus necesidades.
Tu viaje incluye transporte privado desde Kampala a Kapchorwa y regreso, todas las comidas (desayuno, almuerzo, cena), una noche en Sipi con hospitalidad local, caminatas guiadas a las tres cataratas y una experiencia auténtica de café con agricultores locales.
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