Saldrás temprano desde Antalya con recogida en hotel y un guía en inglés que te llevará a las surrealistas terrazas blancas de Pamukkale. Pasea descalzo por las piscinas minerales o explora las piedras antiguas de Hierápolis a tu ritmo antes de compartir un almuerzo buffet turco. Prepárate para pequeñas sorpresas — como conocer artesanos locales o probar pan recién hecho — y mucho tiempo para disfrutarlo todo.
Alguien me entrega un vaso de papel con té fuerte antes del amanecer — aún medio dormido, pero el autobús ya avanza por las calles tranquilas de Antalya. Nuestro guía, Emre, nos sonríe como si llevara haciéndolo mil veces (y seguro que sí). Revisa nuestros nombres y bromea diciendo que al final del día seremos “exploradores del castillo de algodón”. No sabía que Pamukkale significa “castillo de algodón” hasta que lo dijo — tiene sentido cuando ves esos extraños acantilados blancos después.
El viaje es largo pero nada aburrido. Paramos en Korkuteli para desayunar — huevos cocidos, aceitunas, pan aún tibio. Afuera huele a leña quemada, ese aroma que se queda pegado a la chaqueta cuando vuelves al autobús. En Denizli, todos estiran las piernas y tratan de despertarse bien; alguien compra jugo de granada a un hombre que apenas levanta la vista del periódico. Luego, en Pamukkale, conocemos a un cantero que nos muestra cómo talla patrones en el mármol — sus manos se mueven tan rápido que casi no lo alcanzo a ver. Intenté decir “teşekkürler” y él sonrió amablemente (seguro lo dije mal).
Cuando finalmente llegamos a Pamukkale, Emre nos explica el plan: tres horas para explorar a nuestro ritmo. Las piscinas de travertino son más brillantes de lo que imaginaba — casi cegadoras bajo el sol — y el agua se siente tibia y resbaladiza entre los dedos. Algunos van directo a la Piscina de Cleopatra (con coste extra), pero yo me quedo un rato en el borde viendo a niños chapotear y parejas mayores hacerse selfies con toallas en la cabeza. Las ruinas de Hierápolis están justo ahí; puedes caminar bajo antiguos arcos de piedra donde crecen flores silvestres entre las grietas. Allí arriba se está más tranquilo, lejos del bullicio de las piscinas.
Después llega el almuerzo — buffet libre en un lugar con grandes ventanales que dan a los campos. Hay sopa de lentejas, pimientos rellenos, pan fresco con un toque dulce. Las bebidas no están incluidas, pero para entonces yo solo quería agua fría. De regreso a Antalya, el ambiente es más tranquilo; algunos duermen, otros revisan fotos tratando de elegir su mejor toma de los acantilados blancos (yo aún no me decido). El cielo se tiñe de rosa detrás de nosotros mientras volvemos — uno de esos días que se quedan contigo sin saber muy bien por qué.
El tour dura todo el día, con salida temprano por la mañana y regreso por la noche.
Sí, el precio incluye un almuerzo buffet; las bebidas se pagan aparte.
Tendrás tiempo libre en Pamukkale; nadar en la Piscina de Cleopatra es opcional y con coste extra.
Sí, la recogida y regreso al hotel en Antalya están incluidos.
Un guía que habla inglés acompaña al grupo durante todo el día.
Dispondrás de unas tres horas para explorar Pamukkale y Hierápolis a tu aire.
Se recomienda un nivel moderado de forma física por caminar sobre terrenos irregulares.
Se pueden solicitar asientos especiales para bebés si lo pides.
Tu día incluye recogida y regreso cómodo al hotel en Antalya, guía en inglés durante todo el recorrido, entrada a las terrazas de Pamukkale y las ruinas de Hierápolis, además de un generoso almuerzo buffet turco antes de volver juntos por la tarde.
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