Sumérgete en la verdadera vida nocturna de Estambul, con locales y viajeros, shots de bienvenida, juegos locos y música que no te deja parar. Con guías amigables y entrada sin filas en cada lugar, perderás los nervios rápido y quizás aprendas un par de pasos nuevos antes del amanecer.
Lo primero que recuerdo es abrirme paso entre un grupo de estudiantes riendo afuera del RocknRolla Bar—la música retumbaba, el aire olía a humo de cigarrillo y ese aroma dulce y ácido que solo encuentras en los bares del casco antiguo. Nuestro guía, Cem, nos llamó como si ya fuéramos amigos de toda la vida. Me pasó un shot verde neón (ni pregunté qué llevaba) y arrancó un juego donde tenías que decir “salud” en tu idioma. Probé con el turco—“Şerefe”—y Cem sonrió corrigiendo mi acento. Todos nos soltamos después de ese primer trago. Es curioso cómo los desconocidos se vuelven cercanos cuando hay música y algo pegajoso bajo tus pies.
Pasamos de bar en bar—cuatro paradas en total en este tour de bares por Estambul—y cada lugar tenía su propia onda. Uno tenía las paredes llenas de carteles de conciertos viejos, otro era casi demasiado elegante para nosotros, pero nadie lo notó después del segundo shot. Jugamos a juegos de beber que nunca había visto (¿uno era equilibrar un limón en la cabeza?), y en un momento alguien de Brasil nos enseñó un paso de baile que me hizo crujir las rodillas. En cada parada, los guías mantenían la energía—gritando retos o asegurándose de que nadie se quedara atrás. El club final era tan ruidoso que sentías vibrar las costillas; perdí la voz gritando sobre el DJ, pero en serio, no me importó.
Entre el segundo y tercer bar, me di cuenta de que ya no miraba el móvil. En cambio, estaba compartiendo historias con una chica de Polonia sobre buses nocturnos y desayunos malos en hostales. Afuera, la ciudad era un reflejo de neones en el pavimento mojado—el clásico clima primaveral de Estambul, llovizna pero sin frío para preocuparse. Cuando salimos tambaleándonos al aire de la madrugada (¿eran las 3? ¿las 4?), mis zapatos estaban destrozados y la cabeza me daba vueltas—pero de la mejor manera. Todavía recuerdo esa última canción que bailamos.
El punto de encuentro es a las 9:30 pm en RocknRolla Bar, todos los viernes y sábados.
El recorrido incluye cuatro bares o clubes diferentes durante la noche.
Recibes cuatro shots de bienvenida incluidos en la experiencia.
Sí, guías divertidos te acompañan en cada lugar y organizan juegos.
Se recomienda reservar antes porque los cupos se llenan rápido.
No, no hay transporte privado; todos los lugares están a poca distancia caminando.
Sí, los viajeros solos son bienvenidos—los juegos para romper el hielo ayudan a conectar con todos fácilmente.
Incluye fotos profesionales para que recuerdes (o armes) tu noche.
Tu noche incluye cuatro shots de bienvenida en distintos bares, entrada sin filas en cinco lugares, retos para romper el hielo y juegos de beber guiados por locales, fotos profesionales para guardar recuerdos, y un montón de nuevos amigos antes del amanecer.
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