Recorrerás el corazón más antiguo de Estambul con un guía local que conoce cada historia detrás de estos lugares emblemáticos. Si buscas algo más que fotos, este tour es para ti.
Son poco más de las 9 de la mañana cuando nos encontramos con nuestro guía, Selim, justo en la parada del tranvía en la plaza Sultanahmet. El aire trae ese toque salado del Bósforo y se escuchan las gaviotas peleando en el cielo. Empezamos en el Hipódromo; la verdad, había pasado por ahí antes sin imaginar todo lo que sucedió en este lugar. Selim señala la Columna de la Serpiente, sus espirales de bronce aún retorcidas tras siglos, y nos cuenta sobre las emocionantes carreras de cuadrigas que llenaban este espacio de ruido y polvo. Cerca hay un vendedor local de simit, y el aroma a sésamo tostado flota mientras estamos junto al Obelisco Egipcio, con el sol reflejándose en su granito rosado.
Cruzamos hasta la Fuente Alemana —su cúpula verde parece casi fuera de lugar, pero de cerca se aprecian los mosaicos dorados en su interior. La siguiente parada es la Mezquita Azul. Había visto fotos, pero entrar es otra cosa. La alfombra es suave bajo los pies y se respira un silencio especial, a pesar de los visitantes. Selim explica por qué la llaman “azul”: los azulejos sobre nosotros realmente brillan cuando les da la luz de la mañana. Quitamos los zapatos, nos ponemos el pañuelo, y caminamos en silencio, escuchando fragmentos de oración y el leve aroma a limón del limpiador.
Última parada: Santa Sofía. La fila avanza rápido esta mañana. Dentro hace fresco y huele a piedra antigua. Se ven capas de historia: mosaicos cristianos asomando detrás de la caligrafía islámica. Selim comparte historias de emperadores y sultanes; incluso nos muestra un pequeño grafiti que dejó un vikingo (yo ni lo habría notado). Nos quedamos un poco más de lo previsto—nadie nos apura—antes de salir de nuevo a la plaza, donde los gatos callejeros se deslizan entre nuestras piernas y la ciudad se siente a la vez milenaria y viva.
Sí, es un paseo fácil con muchas paradas. Se puede hacer con cochecitos y sillas de ruedas sin problema.
Solo ropa modesta—pantalones largos o falda, y las mujeres deben llevar un pañuelo para cubrirse la cabeza en la Mezquita Azul.
Normalmente unas 2 horas, aunque puede variar según el ritmo del grupo y las preguntas.
Contarás con un guía local oficial que realmente conoce la historia de Estambul. El tour incluye todas las entradas y es accesible para sillas de ruedas y cochecitos. Hay paradas de transporte público muy cerca por si las necesitas.
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