Bajas del avión en Piarco y ves a un conductor local con uniforme sosteniendo un cartel con tu nombre y una sonrisa. Te subes a un coche privado y ves pasar Trinidad mientras vas directo a tu hotel en Puerto España, sin estrés ni regateos. Rápido, sencillo y con un toque cálido que no esperas.
— ¿Busca al señor James? — preguntó la mujer en llegadas, su voz destacando entre el ruido de maletas y ese aroma dulce y suave que solo se siente en los aeropuertos caribeños. Asentí, aún desperezándome del aire reciclado del avión. Nuestro conductor nos esperaba justo ahí: camisa impecable, un cartelito con mi nombre (escrito a mano, lo que me dio una extraña sensación de calma). Sonrió y dijo: — Bienvenido a casa — aunque nunca había estado antes. Eso se me quedó grabado.
El trayecto desde el aeropuerto internacional Piarco hasta Puerto España no es largo — unos 30 minutos si el tráfico ayuda — pero da tiempo para fijarse en detalles. Las ventanas estaban un poco bajadas y pude oler la lluvia sobre el asfalto caliente, algo frito de un puesto callejero (¿doubles?), y el aroma fresco de los árboles tras el aguacero. Nuestro conductor señaló dónde empieza la Savannah (“el mejor lugar para el lime del domingo”, dijo) y nos contó sobre los atascos del Carnaval que duran toda la noche. Se rió cuando intenté pronunciar “Maracas” con mi acento — lo hice fatal.
No esperaba que fuera tan sencillo. Nada de buscar taxis o preocuparme si había puesto bien la dirección; solo un viaje tranquilo directo a la puerta del hotel. El coche estaba impecable, pero sin lujos exagerados, y eso me relajó más que unos asientos de cuero. Hubo un momento en un semáforo cuando llegó música desde otro coche — ¿soca? — y nuestro conductor empezó a marcar el ritmo en el volante sin poder evitarlo. Eso es lo que más recuerdo: sentir que había llegado a un lugar auténtico, no solo a otro traslado de aeropuerto.
Tu conductor uniformado te estará esperando en la zona de llegadas con un cartel que lleva tu nombre.
Es un traslado privado directo desde el aeropuerto Piarco a cualquier hotel o dirección en Puerto España.
Sí, se pueden proporcionar asientos especiales para bebés si los solicitas.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el viaje.
El viaje suele durar unos 30 minutos, dependiendo del tráfico.
Todos los impuestos y tasas están incluidos en el precio de la reserva.
Los bebés y niños pequeños pueden viajar en cochecitos o carriolas durante la recogida y el traslado.
Tu traslado incluye recogida en el aeropuerto internacional Piarco por un conductor local uniformado con un cartel con tu nombre, todos los impuestos y tasas incluidos, y vehículos flexibles desde sedanes hasta minibuses para que todos viajen cómodos hasta cualquier hotel o dirección en Puerto España.
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