Recorrerás los rincones más salvajes de Tanzania: despertar en campamentos de lujo en las llanuras del Serengeti, ver elefantes al atardecer en Tarangire, compartir risas con los Maasai cerca del cráter de Ngorongoro. Con guías expertos que se encargan de todo—traslados, entradas, almuerzos en la sabana—vivirás una aventura real sin perder comodidad. Siempre hay algo inesperado esperando fuera de tu tienda.
¿Te imaginas despertar en Serengeti con el sonido de algo moviéndose justo fuera de tu tienda? No esperaba estar tan despierto a las 5 de la mañana, pero ahí estaba, escuchando pájaros y hienas a lo lejos mientras el equipo del campamento me servía un café fuerte. Nuestro guía Joseph ya había visto huellas de león antes de que saliéramos. Bromeaba diciendo que los leones probablemente se reían de nosotros por ser tan lentos en las mañanas (y quizá tenía razón). El aire se sentía fresco y seco en la piel, con un leve olor a polvo y humo de la fogata de la noche anterior que aún se pegaba a mi chaqueta.
El primer día comenzó en Arusha — la verdad, casi no recuerdo el aterrizaje porque estaba agotado del vuelo, pero alguien del equipo me esperaba con un cartel y una sonrisa enorme. Pasamos junto a motos y tiendas pintadas de todos los colores que puedas imaginar. Si llegas temprano, pueden llevarte a ver plantaciones de café o incluso el Museo de la Declaración de Arusha (no fui, pero dicen que vale la pena si te gusta la historia). A la mañana siguiente nos fuimos a Tarangire — esos baobabs son tan extraños como dicen, parecen raíces al revés apuntando al cielo. Elefantes por todos lados. En un momento paramos solo para observarlos largo rato; su piel parecía casi azul grisácea bajo el sol de la tarde.
Sigo recordando ese almuerzo en plena sabana — Joseph sacó platos calientes justo al lado del jeep mientras veíamos cebras caminar entre la hierba amarilla. Es curioso lo silencioso que puede volverse todo a veces; solo el viento, los insectos y el latido de tu corazón porque sabes que un leopardo podría estar cerca. Más tarde en Serengeti, conocimos a unos niños Maasai que querían enseñarnos a saltar (yo soy un desastre) — Li se rió cuando intenté decir “asante sana” bien. A partir de ahí los días se mezclaron: safaris al amanecer, atardeceres que teñían todo de oro, cenas bajo la lona con historias de búfalos robando zapatos (al parecer, pasó de verdad una vez).
Ngorongoro fue nuestra última parada — es difícil explicar lo inmenso que se siente ese cráter desde abajo. Vimos rinocerontes pastando a lo lejos y hipopótamos bufando cerca de nuestro lugar de picnic (no dejes caer tu sándwich). De camino de regreso a Arusha ya extrañaba esas mañanas tempranas y las botas embarradas. Así que sí... si estás pensando en una aventura tipo Machu Picchu en Cusco pero prefieres animales en vez de ruinas, este safari en Tanzania es otra cosa.
Este safari dura 7 días y 6 noches, desde Arusha pasando por Tarangire, Serengeti y Ngorongoro.
Sí, los traslados desde y hacia el aeropuerto están incluidos.
Se ofrece agua embotellada durante los safaris; los almuerzos calientes en la sabana están incluidos en las excursiones de día completo.
Sí, los niños pueden unirse pero deben ir acompañados por un adulto; hay asientos especiales para bebés si es necesario.
Te alojarás en lodges de lujo o campamentos con tiendas, según el itinerario.
Incluye una visita cultural opcional y breve a una aldea Maasai cerca de Ngorongoro.
Se recomienda un nivel moderado de forma física; no es apto para personas con problemas cardiovasculares.
Las tarifas de entrada a los parques y al cráter de Ngorongoro están incluidas en el precio.
Tu viaje incluye traslados privados desde y hacia el aeropuerto, todas las entradas a los parques Serengeti, Tarangire y Ngorongoro, seis noches en alojamientos de lujo seleccionados con desayunos diarios y almuerzos en la sabana durante los safaris, además de agua embotellada para que no tengas que preocuparte por nada mientras disfrutas de la fauna.
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