Navegarás en un dhow tradicional desde Fumba Village, harás snorkel en arrecifes de coral con todo el equipo incluido, descansarás en bancos de arena escondidos y disfrutarás de un almuerzo de mariscos frescos en la isla Kwale. Es un día completo de auténtico Zanzíbar: guías locales, playas tranquilas y mucho tiempo para nadar o simplemente relajarte.
La mañana temprano en Fumba Village se siente diferente: hay una brisa salada y el sonido de los pescadores charlando mientras preparan sus redes. Nos encontramos con nuestro guía justo en la playa, donde esperaba el dhow de madera. La pintura del barco estaba desconchada en algunos lugares, pero eso solo lo hacía sentir más auténtico. Nos entregaron chalecos salvavidas (de todas las tallas, incluso para niños) y, tras una breve charla de seguridad, zarpamos hacia el azul.
El agua por aquí es tan clara que puedes ver estrellas de mar antes de siquiera saltar. Nuestra primera parada fue un banco de arena que solo aparece con la marea baja: arena blanca y suave bajo los pies, sol cálido arriba. Alguien de la tripulación cortó mango y piña fresca mientras caminábamos en agua hasta las rodillas. Recuerdo escuchar solo el suave vaivén de las olas y alguna que otra risa de otro viajero intentando mantener el equilibrio sobre la arena que se movía.
Luego llegó el snorkel: el equipo nos quedó perfecto (tenían muchas tallas). Los jardines de coral bajo el agua estaban llenos de peces veloces; nuestro guía señaló un pulpo tímido escondido en una grieta de la roca. Después de secarnos, navegamos hacia la isla Kwale. Allí todo estaba tranquilo, solo se oían aves y el aroma a pescado a la parrilla que salía de la zona de barbacoa bajo unos viejos baobabs. El almuerzo fue sencillo pero contundente: arroz, pescado a la parrilla capturado esa misma mañana y bebidas frías directamente de la hielera. Si quieres probar a remar en una canoa de balancín tallada en madera de mango, esta es tu oportunidad: uno de la tripulación nos enseñó a mantener el equilibrio sin volcar (¡no es fácil!).
Regresamos a Fumba con calma, con las velas izadas si el viento lo permitía. El sol comenzaba a ponerse cuando llegamos a la orilla: la arena aún se me pegaba entre los dedos y la sal en el cabello. De vuelta en el pueblo a última hora de la tarde, parecía que hubiéramos estado fuera mucho más que un día.
Sí, hay una amplia variedad de equipos de snorkel para adultos y niños.
Servimos pescado a la parrilla con arroz, además de fruta fresca y bebidas frías, todo en el banco de arena o en la isla Kwale.
El viaje suele comenzar por la mañana en Fumba Village y regresa alrededor de las 5:30 pm.
Sí, es accesible para sillas de ruedas y seguro para familias con niños. Solo avísanos tus necesidades al reservar.
Tu día incluye transporte privado desde tu hotel hasta Fumba Village y regreso, agua embotellada durante toda la excursión, todo el equipo de snorkel (con muchas tallas), entradas, además de un almuerzo de mariscos con bebidas servido en una isla o banco de arena. Todo está cubierto: solo trae tu traje de baño y ganas de aventura.
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