Recorre la costa de Phuket con un guía local, pisa la arena de Kata Beach antes de ver el Gran Buda desde su mirador. Explora el templo Wat Chalong y pasea por las calles coloridas de Old Town. Prueba anacardos frescos en una fábrica familiar — sorpresas que recordarás mucho después.
Lo primero que pasó fue que nuestro conductor se saltó la entrada a Kata Beach — no fue gran cosa, pero nos llevó por un desvío raro por un barrio donde alguien estaba asando pescado justo en la acera. El olor me llegó antes que el humo que se colaba entre las cuerdas de la ropa. Nuestra guía, Pim, se rió y dijo: “Este es el desayuno auténtico de Phuket.” La verdad, me hubiera gustado parar a probarlo.
Finalmente llegamos a Kata, y la arena se sentía casi como polvo bajo mis pies — mucho más suave de lo que esperaba. Había familias chapoteando y un par de señores mayores jugando a las cartas a la sombra. Pim señaló al fondo el cabo Promthep y dijo que es el lugar favorito para fotos al atardecer. Fuimos allí después, y aunque era mediodía (así que nada de colores dramáticos), el viento del mar era tan fuerte que casi me vuela el sombrero. Me gustó ver a un grupo de adolescentes tailandeses posando para selfies al borde — parecían más interesados en sus amigos que en el paisaje.
Tenía muchas ganas de ver el Gran Buda de cerca, pero por ese deslizamiento de tierra en septiembre pasado, ahora solo se puede contemplar desde un mirador. Sigue siendo enorme — casi irreal contra el cielo — pero me dio una mezcla rara de admiración y decepción estar allí en la colina. Pim nos contó que los locales llevan hojas de oro como ofrenda cuando vienen; me enseñó a juntar las manos para la foto (seguro me veía torpe). Luego fuimos al templo Wat Chalong. El incienso llenaba el aire — dulce y penetrante a la vez — y los niños corrían mientras los monjes cantaban adentro. Era un lugar a la vez bullicioso y tranquilo.
Old Town fue lo que más me sorprendió. Los edificios son de colores pastel, azules y amarillos, con puertas de madera maciza; se nota que aquí vive gente, no solo turistas de paso. Paramos en una fábrica de anacardos (no sabía que crecían en árboles así), probamos unos picantes que me hicieron llorar, y luego entramos a una joyería donde fingí entender qué es un “zafiro estrella”. Para entonces ya estaba cansado pero feliz — quizás por todos esos pequeños momentos que se fueron sumando.
Sí, la recogida y regreso a tu hotel o puerto están incluidos en el precio del tour.
No, por un deslizamiento en septiembre de 2024, la entrada está cerrada; solo se puede ver desde un mirador.
El tour es privado para tu grupo, con espacio para hasta 8 personas en total.
Sí, todas las entradas y tasas están cubiertas en tu reserva.
No incluye almuerzo, pero habrá oportunidades para comprar snacks o comida durante el recorrido.
Visitarás Kata Beach, cabo Promthep, el templo Wat Chalong, Old Town de Phuket, una fábrica de anacardos y verás el Gran Buda desde lejos.
Sí, es ideal para todas las edades; los bebés pueden ir en brazos o en asientos disponibles si se reserva con tiempo.
Tu día incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado y guía local en inglés, todas las entradas y tasas pagadas por adelantado, además de recogida y regreso al hotel o puerto para que no tengas que preocuparte por nada.
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