Vive la experiencia de escalar en roca caliza real en Railay Beach, aunque nunca lo hayas intentado antes. Con guías expertos, cuevas secretas para explorar y un rappel con vistas inolvidables. Si buscas un día activo al aire libre con gente amable y sin presión, este tour es para ti.
El aire olía a sal y protector solar cuando bajamos del bote longtail y pisamos la suave arena de Railay. Se escuchaba el murmullo de los escaladores mezclado con el tintinear de los mosquetones mientras nos acercábamos a los acantilados de piedra caliza, esas paredes famosas que aparecen en todas las revistas de viaje sobre Krabi. Nuestro guía, Lek, repartió arneses y bolsas de magnesio en una pequeña tienda al aire libre a solo unos pasos de la playa. Revisó cada nudo dos veces, bromeando sobre la “seguridad al estilo tailandés”, siempre doble chequeando todo.
A media mañana, mis manos ya estaban blancas de magnesio. La roca se sentía cálida bajo mis dedos, nada resbaladiza como temía. Lek nos mostró los agarres más fáciles y hasta nos enseñó un pequeño cangrejo escondido en una grieta, algo que jamás habría notado por mi cuenta. Entre escaladas, bebíamos agua fresca y veíamos a los niños locales jugar al fútbol cerca. La comida fue sencilla; hay varios cafés en la playa donde puedes pedir arroz frito o batidos de frutas frescas (el de mango aún me viene a la mente). Por la tarde, caminamos por un sendero sombreado en la selva para explorar cuevas y hacer rappel. La cueva olía a tierra húmeda y fresco, casi como lluvia sobre piedra, y cuando llegó el momento de descender desde el mirador, mi corazón latía tan fuerte que casi no escuché las instrucciones de Lek. Pero esa vista de la bahía turquesa de Railay… valió cada paso tembloroso.
¡Claro! La mayoría de quienes vienen son principiantes. Los guías son pacientes y explican todo paso a paso.
Ropa cómoda que puedas ensuciar o sudar. Protector solar, gorra y quizás algo de snack para energía, pero el equipo de escalada lo proporcionamos nosotros.
No incluye almuerzo, pero hay muchos cafés locales junto a la playa donde puedes comprar algo rico durante el descanso.
Si el clima se pone complicado, los guías adaptan el plan para tu seguridad, a veces entrando a sitios cubiertos o saltándose alguna actividad. Tu seguridad es lo primero.
El día incluye todo el equipo de escalada (casco, arnés y más), agua embotellada para mantenerte fresco, entradas al parque nacional, y traslado de ida y vuelta si te alojas en Ao Nang (con un pequeño recargo si vienes de Krabi ciudad o Klong Muang). Y, por supuesto, guías locales amigables que conocen estas paredes como la palma de su mano.
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