Sentirás Koh Samui bajo tus ruedas mientras recorres senderos de jungla, plantaciones de caucho y subes a miradores frescos en la montaña. Con guías locales que te muestran rincones ocultos y recogida en hotel incluida, prepárate para risas embarradas, sorpresas y momentos que recordarás mucho después de volver a casa.
Llegamos al borde de la jungla de Koh Samui y ya podía oler esa mezcla terrosa: hojas mojadas, un poco de gasolina, y quizá coco flotando en el aire. Nuestro guía, Lek, me pasó un casco y sonrió como si supiera el lío en el que nos íbamos a meter. Nunca había manejado un quad, así que cuando Lek nos dio las instrucciones rápidas (los frenos están aquí, no te asustes en las pendientes), traté de aparentar más valentía de la que sentía. Mi pareja se paró dos veces solo para salir del estacionamiento; Lek se rió y dijo algo de que “los principiantes siempre dan buenas historias”.
Los primeros minutos fueron pura tensión y salpicaduras de barro (al final más barro que nervios). Pasamos por plantaciones de caucho donde los trabajadores nos saludaban desde entre los árboles — uno tenía la radio puesta con una canción pop tailandesa que se me quedó pegada horas. El camino cambiaba constantemente: tierra roja compacta, luego tramos resbaladizos por la lluvia de la noche anterior que aún no se secaba. En un momento paramos en un pequeño cruce de río; Lek señaló un jengibre silvestre que crecía en la orilla y nos dejó probarlo — picante y dulce a la vez. No esperaba recordar eso de un tour en quad, pero ahí quedó.
Después de subir un tramo lleno de baches que me dejó los brazos adoloridos (pero de buena manera), llegamos a un mirador en la montaña. El aire se sentía más fresco allá arriba — la verdad, me quedé en silencio un momento porque podías ver casi toda la isla extendida bajo nosotros, con la bruma sobre el mar y esas colinas verdes que se perdían a lo lejos. Alguien del grupo intentó sacarse una selfie pero se le cayó el móvil al barro; todos nos reímos, incluso Lek que lo pescó con un palo. No fue nada glamuroso, pero sí muy real. La vuelta fue más rápida, tal vez porque ya nos habíamos acostumbrado o porque queríamos seguir sintiendo esa conexión con el terreno.
El tour estándar dura 2 horas, con opciones para rutas más cortas o largas según prefieras.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en la reserva.
Usa ropa cómoda que pueda ensuciarse; si hay posibilidad de lluvia, lleva impermeable.
Los niños menores de 12 años pueden ir de pasajeros gratis con un adulto; los mayores de 12 pueden conducir tras aprobar una prueba.
Sí, puedes contratar un tour privado exclusivo para tu grupo.
No hay problema: tu guía local te dará una capacitación básica antes de empezar.
El tour funciona con cualquier clima; vístete para lluvia o barro.
No incluye almuerzo, pero sí todo el equipo de seguridad como cascos.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en cualquier punto de Koh Samui, uso de cascos y equipo de seguridad, capacitación básica con tu guía local antes de salir en los quads, además de acompañamiento por senderos de jungla y caminos de montaña durante toda la ruta.
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