Podrás degustar miel local, visitar templos sagrados como Wat Chalong, ver de cerca el famoso Gran Buda de Phuket, comprar perlas y gemas, y terminar con una auténtica visita a una destilería de ron (cóctel incluido). Es una forma sencilla de descubrir lo mejor de Phuket con la mirada de un local—y sin preocuparte por transporte o entradas.
La furgoneta nos recogió puntualmente—el aire acondicionado fue un alivio, ya que el calor de Phuket te golpea incluso antes del desayuno. Nuestra guía, Lek, nos contó el plan del día mientras pasábamos por la concurrida playa de Patong. Alcancé a ver a los locales montando puestos de fruta y scooters zigzagueando entre el tráfico matutino. Primera parada: una granja de miel escondida tras unas palmeras. El aire olía dulce y terroso. Probamos una cucharada de miel tropical—pegajosa, floral, nada que ver con la que había probado en casa.
Luego visitamos Wat Chalong. Es el templo principal de Phuket y, sinceramente, se sentía una paz especial a pesar de los visitantes tomando fotos. El incienso flotaba en el aire y los monjes se movían en silencio entre los edificios. Después subimos por carreteras serpenteantes para ver al Gran Buda. Se puede ver desde casi toda la isla—es enorme, mide 45 metros y está en la colina Nakkerd. La vista se extendía hasta la playa de Karon; podía escuchar el zumbido de las cigarras entre los árboles.
Nos detuvimos en una fábrica de perlas (el personal nos mostró cómo se clasifican—fascinante) y luego en Wangtalang Lapidary para ver gemas. No soy mucho de compras, pero contemplar todas esas piedras fue casi hipnótico. Tuvimos tiempo para un café rápido—fuerte y dulce—antes de dirigirnos a la destilería de ron. Los adultos recibieron un cóctel gratis (el mío llevaba jugo de piña) y recorrimos el lugar donde hacen todo desde cero. El aroma a caña de azúcar permanecía en el aire. Ya entrada la tarde, estábamos de vuelta en el hotel, cansados pero felices de haber conocido tantas facetas de Phuket en un solo día.
¡Sí! Los niños son bienvenidos en todas las paradas excepto en la degustación de ron (esa parte es solo para adultos mayores de 20 años). Si necesitas, hay asientos para bebés disponibles.
La excursión suele durar medio día—hay opciones por la mañana o por la tarde para que elijas la que mejor se adapte a tu horario.
¡Para nada! Todas las entradas están incluidas en el precio de la reserva.
Lo mejor es llevar ropa que cubra hombros y rodillas al entrar en templos como Wat Chalong, por respeto a las costumbres locales.
Tu transporte cuenta con aire acondicionado (créeme, lo agradecerás), hay agua embotellada a bordo, las entradas están gestionadas con antelación y un guía de habla inglesa te acompaña en todo momento. Además: ¡un cóctel de ron gratis para adultos en la destilería!
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