Recorre el deslumbrante Templo Blanco, déjate envolver por los azules del Wat Rong Seur Ten, sube al Gran Buda para vistas panorámicas y pasea entre los aromáticos campos de té Singha. Con un guía local que comparte historias (y alguna que otra risa), además de almuerzo y recogida en Chiang Mai, será un día lleno de color y sorpresas.
“Tienes que ver el Templo Blanco en persona”, nos dijo nuestro guía al llegar, y la verdad, no lo entendí hasta que estuve ahí parado. Todo el lugar brillaba — no solo blanco, sino como si destellara en la neblina de la mañana. Podía escuchar el crujir de la grava bajo mis zapatos (que tuve que quitarme antes de entrar — consejo: usa zapatos fáciles de quitar). Había un leve aroma a incienso mezclado con algo dulce que venía de un puesto de comida cercano. Nuestra guía, Nok, nos señaló detalles en los mosaicos de espejo que jamás habría notado por mi cuenta. Nos contó sobre el artista que lo creó — al parecer, sigue trabajando en nuevas partes incluso ahora.
Después fuimos al Templo Azul, que es simplemente… azul por todos lados. Es difícil explicar lo distinto que se siente comparado con el Templo Blanco hasta que estás ahí. El aire adentro era más fresco y silencioso, salvo por un par de monjes que conversaban en voz baja cerca del altar. Nok nos explicó algunos símbolos, pero la verdad me distraje viendo a un niño pequeño alimentar a los peces afuera. Luego nos dirigimos a Wat Huay Pla Kang — ahí está el enorme Buda que vigila todo desde lo alto. Puedes subir por dentro si quieres (yo lo hice; mis piernas aún lo recuerdan), y la vista es increíble — colinas verdes que parecen no tener fin.
La última parada fue la plantación de té Singha. Las filas de arbustos de té estaban tan ordenadas que desde lejos parecía irreal, pero de cerca se sentía ese aroma fresco y herbáceo por todos lados. Probamos un oolong en su cafetería — con un sabor floral y terroso a la vez. El almuerzo fue sencillo pero delicioso; arroz, verduras y algo picante que Nok me advirtió (y tenía razón). Si hay tiempo, también pasan por Lalitta Café — justo llegamos para tomar un café helado antes de regresar a Chiang Mai.
No esperaba reír tanto en una excursión de un día estilo Machu Picchu Cusco (bueno, no Machu Picchu, pero ya me entiendes) — los templos suelen sentirse solemnes, pero esta experiencia fue relajada, como que te lleva un amigo que conoce todos los atajos y anécdotas. Aún recuerdo esa primera mirada al vidrio blanco bajo el sol.
El viaje en coche o minivan suele durar unas 3 horas en cada trayecto.
Sí, todas las entradas a los templos principales están incluidas en el precio del tour.
Sí, el almuerzo está incluido como parte de la experiencia del día.
Evita ropa reveladora; usa prendas que cubran hombros y rodillas, y calzado fácil de quitar.
La recogida está incluida solo para huéspedes alojados en hoteles del casco antiguo de Chiang Mai.
No se recomienda para personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares debido a las caminatas y escaleras.
Sí, la plantación de té Singha es una de las cuatro paradas principales del itinerario.
Sí, un guía local que habla inglés acompañará al grupo durante todo el día.
Tu día incluye recogida en hotel del casco antiguo de Chiang Mai, todas las entradas a templos y atracciones, un guía local en inglés que comparte historias durante el recorrido, seguro durante todo el viaje, transporte con aire acondicionado entre sitios y un almuerzo tradicional tailandés antes de regresar por la tarde.
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