Sube descalzo la cascada pegajosa Bua Tong en Chiang Mai, camina junto a elefantes rescatados en el valle Mae Tang (sin montar ni shows), y navega en una balsa de bambú rodeado de montañas. Con almuerzo incluido y un guía local, vivirás momentos reales — pies embarrados, risas y quizá una mirada de elefante — que te acompañarán mucho después de irte.
Lo primero que noté en la cascada Bua Tong fue que todos dejaban sus zapatos atrás. Nuestra guía, Nok, sonrió y dijo: “Ya verás por qué.” Las piedras se sentían extrañamente adherentes bajo mis pies, como si estuviera subiendo una esponja de cocina, pero más fría y llena de vida. El agua corría alrededor de mis tobillos y el aire olía a verde, si eso tiene sentido. Nos reímos mucho intentando escalar los escalones mojados; un chico del grupo no paraba de resbalar y maldecir bajito en francés. El ruido del agua era fuerte, pero a la vez había una paz especial; me quedé un momento quieto dejando que el rocío me golpeara la cara.
Después de secarnos (más o menos), volvimos al van para ir al valle Mae Tang. El santuario de elefantes era más tranquilo que la cascada, solo se escuchaban pájaros y un murmullo lejano de elefantes escondidos. Nok nos contó que dejaron de permitir montar elefantes durante la pandemia, así que ahora solo viven tranquilos, dieciséis en total. Caminamos por senderos embarrados mientras dos elefantitos jugaban a tirar de una rama. Intenté decir “sabai sabai” (como nos enseñó Nok) y uno me miró, probablemente sin mucha gracia por mi acento. El almuerzo fue sencillo pero rico: arroz, verduras y algo picante que aún no logro identificar.
Lo que más me sorprendió fue el rafting en bambú. El río avanzaba lento, casi perezoso entre orillas verdes y frondosas. Alguien señaló un elefante que se bañaba cerca; parecía que él pertenecía más ahí que nosotros. La balsa crujía bajo nuestro peso y el agua me empapó los pantalones rápido, aunque ya a esas alturas a nadie le importaba estar mojado. Hubo un momento en que todo quedó en silencio, solo el chapoteo de los remos y risas lejanas de otra balsa. A veces todavía recuerdo esa vista.
La excursión completa dura entre 8 y 9 horas, incluyendo traslados entre paradas.
No, es un santuario ético donde no se permite montar ni interacción directa.
¡Sí! Las rocas con minerales son lo suficientemente adherentes para subir sin zapatos.
Sí, el almuerzo está incluido dentro del paquete del tour.
El tour incluye recogida y regreso en la zona de la ciudad de Chiang Mai.
El rafting es apto para la mayoría de niveles físicos; hay asientos especiales para bebés si es necesario.
Tu día incluye entrada a la cascada Bua Tong y al santuario ético de elefantes en el valle Mae Tang, además de un paseo en rafting por el río. El almuerzo se sirve a mediodía antes de la navegación y los traslados entre cada punto están incluidos para que no tengas que preocuparte por nada.
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