Recorre los templos más emblemáticos de Bangkok con un guía local que conoce cada atajo y leyenda. Admira los salones del Gran Palacio, maravíllate con el Buda reclinado de Wat Pho y disfruta de momentos de paz junto al río — todo con recogida en hotel y entradas incluidas.
Casi pierdo la van porque me puse los zapatos equivocados — al parecer, las chanclas no son “formales” para entrar al Gran Palacio. Nuestro guía, Niran, solo sonrió cuando llegué sin aliento y me señaló una cesta con pañuelos para cubrirme. Dijo algo sobre respetar a los espíritus, pero con tanta suavidad que no pareció un regaño. El aire estaba denso, incluso a las 8 de la mañana, con un aroma dulce y pegajoso a incienso que venía de algún lugar cercano. Nos apretujamos en la minivan (el aire acondicionado fue un salvavidas) y nos adentramos en el caos matutino de Bangkok.
La primera parada fue Wat Traimit — ahí está ese enorme Buda dorado (5.5 toneladas, una locura pensarlo). Niran nos contó que estuvo cubierto con yeso durante años para que los invasores no lo robaran. Intenté imaginar cómo se sentirían los monjes en ese entonces, escondiendo algo tan valioso a simple vista. Había locales encendiendo velas y murmurando oraciones; una mujer me regaló una sonrisa cuando me vio observarla. El interior olía a un leve toque metálico, o quizás era mi imaginación mezclada con todo ese oro.
Seguimos hacia el Gran Palacio y, honestamente, al principio es casi demasiado para la vista — todo brillando y lleno de colores. Niran señaló detalles que nunca habría notado: pequeñas baldosas espejadas, garudas sosteniendo las esquinas, incluso un gato dormitando cerca del santuario del Buda Esmeralda (bromeó que era un rey reencarnado). Las reglas son estrictas aquí — solo pantalones largos o faldas — pero nadie parecía molesto una vez dentro. El calor se sentía pesado mientras caminábamos entre patios sombreados; yo no paraba de beber agua y tratar de no quedar demasiado impresionado.
Después tocó Wat Pho — hogar del Buda reclinado. Es enorme pero a la vez tranquilo; se escuchan monedas tintinear cuando la gente las deja caer en cuencos de metal a un lado. Intenté contarlas pero perdí la cuenta después de unas veinte. Luego tuvimos un momento de calma junto al río Chao Phraya, donde el grupo se quedó en silencio escuchando el pasar de los botes y el sonido de campanas al otro lado del agua. Curioso cómo Bangkok puede ser tan ruidoso hasta que, de repente, no lo es.
El tour comienza a las 8:00 am con recogida en el hotel incluida.
Sí, todas las entradas y tasas están cubiertas en tu reserva.
Sí, el transporte es en minivan con aire acondicionado durante todo el recorrido.
Visitarás Wat Traimit (Buda Dorado), Wat Pho (Buda Reclinado) y el Gran Palacio.
Sí, se requiere ropa formal: pantalones largos o faldas para poder entrar.
No incluye almuerzo; sin embargo, se ofrece agua durante el recorrido.
Sí, el transporte es accesible para sillas de ruedas.
Sí, los niños pueden participar pero deben ir acompañados por un adulto.
Tu mañana incluye recogida y regreso al hotel en minivan con aire acondicionado, todas las entradas pagadas para que no tengas que preocuparte por efectivo, y un guía local profesional que comparte historias (y a veces bromas) en cada paso por los templos y palacios de Bangkok antes de llevarte de vuelta cómodamente a tu hotel.
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