Sube a las barcas del mercado flotante de Damnoen Saduak, viaja en tren por el mercado ferroviario de Maeklong mientras los puestos se recogen ante tus ojos, prueba néctar de coco en una granja local, sube las cascadas Erawan para nadar en sus piscinas claras y cruza el puente del río Kwai, todo con almuerzo y traslado desde tu hotel incluidos.
Lo primero que me llamó la atención fue el olor: dulce, casi a azúcar quemada flotando sobre el agua en Damnoen Saduak. Apenas subimos a nuestra pequeña lancha, nuestro guía Somchai me ofreció una bebida de coco tan fresca que aún estaba fría por el hielo. Las embarcaciones se rozaban mientras los vendedores nos invitaban a probar el mango con arroz pegajoso. Intenté decir “khao niao mamuang” en tailandés (Li se rió, mi acento es un desastre) y terminé con una bola extra de helado de coco. El mercado flotante no es tranquilo ni suave; es ruidoso, caótico y, de alguna forma, completamente alegre.
No esperaba sentir nervios en un tren, pero hay algo en atravesar el mercado ferroviario de Maeklong que acelera el corazón. Nuestro guía sonreía mientras veíamos a los vendedores recoger sus paraguas justo segundos antes de que pasaran las ruedas. Todo sucedía tan rápido: un momento de caos y al siguiente, todo volvía a su lugar como si nada hubiera pasado. Después paramos en una granja de azúcar de coco; aún recuerdo meter el dedo en el jarabe caliente que burbujeaba en una olla de metal. Dulce y ahumado a la vez.
El aire cambió al llegar a las cascadas Erawan: más fresco y lleno de verde. La caminata fue más larga de lo que imaginaba (siete niveles no son broma), pero nadar en esas piscinas esmeralda hizo que mis piernas olvidaran el cansancio. Los niños chapoteaban a nuestro alrededor y alguien compartió rodajas de guayaba espolvoreadas con sal y chile. Más tarde, en el puente del río Kwai, el sol bajaba y todo se volvió dorado por un instante. Traté de imaginar cómo habría sido aquí durante la guerra, difícil con la multitud actual tomando fotos y riendo en el paseo. Aun así, hubo un silencio extraño cuando un tren pasó, y todos nos detuvimos por un segundo.
La excursión dura todo el día, aproximadamente 12 horas, incluyendo traslados desde hoteles en Bangkok.
Sí, el tour incluye recogida y regreso privado desde hoteles en el centro de Bangkok.
Sí, está permitido nadar en las piscinas esmeralda de las cascadas Erawan durante la visita.
Incluye un almuerzo tradicional tailandés y una bebida de coco fresca hecha localmente.
Sí, es ideal para todas las edades y niveles de condición física, perfecto para familias con niños.
No, las entradas a las cascadas Erawan y todas las actividades están incluidas en la reserva.
Tu día incluye traslado privado con aire acondicionado desde tu hotel en Bangkok, todas las entradas como la de las cascadas Erawan, paseo en lancha por el mercado flotante de Damnoen Saduak, billetes de tren para el mercado ferroviario de Maeklong, parada en una granja de azúcar de coco y visita a un campo de sal (sí, podrás tocar sal marina real), además de un almuerzo en un restaurante flotante cerca del puente del río Kwai, con bebidas durante el recorrido y regreso cómodo al hotel por la tarde.
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