Te recogen en tu hotel y te dejan justo en la entrada del museo—olvídate de taxis o perderte. Sumérgete en sus jardines exuberantes y explora la legendaria casa de Jim Thompson, llena de arte e historias únicas en Bangkok.
Al bajar del coche, el bullicio de la ciudad quedó atrás, apagado por el verde intenso de las hojas. Nuestro conductor nos entregó las entradas para la Casa Jim Thompson—sin colas ni esperas. El aire se sentía más fresco, casi húmedo bajo la sombra de los plátanos y frangipanis. Es increíble cómo este rincón selvático está justo en el centro de Bangkok, a solo minutos del caos de Siam Square.
Dentro, nuestra guía—una mujer tranquila llamada Noi—nos contó historias sobre la vida de Jim Thompson y su pasión por la seda tailandesa. Señaló detalles pequeños: paneles de ventanas tallados a mano, cerámicas antiguas escondidas en rincones, e incluso un leve aroma a jazmín que se colaba por las puertas abiertas. La casa es un laberinto de teca pulida y pasillos en penumbra. De vez en cuando veía destellos de los koi nadando en el estanque del jardín. Si te gusta el diseño o te interesa la historia local, este lugar es como un tesoro escondido del viejo Bangkok.
Normalmente es compartido con otros huéspedes cercanos, pero siempre directo y cómodo.
La mayoría dedica entre 1 y 1,5 horas, según el interés en el arte y los jardines.
¡Claro! El museo es apto para todas las edades y condiciones físicas; solo ten en cuenta que hay algunas escaleras.
Incluye recogida en hotel (solo ida), entradas a la Casa Jim Thompson y todos los impuestos y cargos. Solo trae ganas de explorar... y quizás una cámara para capturar los jardines.
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