Vive de cerca el deporte nacional de Tailandia con una clase privada de Muay Thai en Bangkok guiada por un luchador local experimentado. Todo el equipo está incluido y el entrenamiento se adapta a tu nivel, ya seas principiante o tengas experiencia. Prepárate para sudar, aprender de verdad y llevarte recuerdos que duran.
Ya estábamos sudando antes de entrar al gimnasio—el calor de Bangkok hace eso, pero la verdad es que solo sumaba a la experiencia. Nuestro entrenador, Lek, nos recibió con una sonrisa enorme y nos entregó guantes y espinilleras (más que bienvenidos después de ver los sacos pesados). El lugar olía a cuero y bálsamo de tigre, y se escuchaba el constante golpeteo de puños contra las manoplas desde el otro lado. Lek preguntó si alguna vez habíamos probado Muay Thai—me reí y dije, “Solo en YouTube.” Él asintió como diciendo, “No hay problema.”
Los primeros minutos fueron un torbellino de saltos en puntas y aprender a vendar las manos bien. Lek nos mostró cada movimiento despacio—jab, cross, codo—corrigiendo mi postura con un toque aquí y allá. No paraba de decir “¡relaja los hombros!”, que es mucho más difícil de lo que parece cuando intentas no verte ridículo. En un momento hizo una patada tan rápida que apenas la vi; el sonido rebotó en las paredes. Una brisa entraba por las puertas abiertas, mezclándose con el aroma de comida callejera que llegaba desde afuera. Pensé: esto no se parece en nada a entrenar en casa.
Al final, estábamos sonriendo y completamente agotados—la camiseta pegada a la espalda, el pelo empapado. Lek nos dio unas palmadas en los hombros y dijo algo sobre “buena energía.” Nos tomamos una foto rápida juntos (él insistió), con los guantes puestos. Salir de nuevo a la luz del sol de la tarde se sintió como una pequeña victoria. Si buscas una clase privada de Muay Thai en Bangkok que sea auténtica—no solo para turistas—te lo recomiendo. Todavía me sorprendo practicando esos movimientos cuando nadie me ve.
La mayoría duran entre 60 y 90 minutos, según tu ritmo y condición física.
Sí, los entrenadores adaptan las sesiones para todos los niveles, desde novatos hasta peleadores avanzados.
Usa ropa cómoda para entrenar; los guantes y espinilleras te los dan en el gimnasio.
El lugar es accesible para sillas de ruedas y puede atender diferentes necesidades de movilidad.
Tu sesión incluye guantes y espinilleras, además de la guía de un luchador local que adapta la clase a tu nivel—solo tienes que presentarte listo para entrenar, sin preocuparte por traer nada.
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