Sentado bajo águilas y halcones en vuelo en Falconeria Locarno, sentirás su fuerza de cerca durante un show en vivo con entrenadores locales. Observa búhos sobre tu cabeza, aprende sobre la antigua cetrería y recorre tranquilos senderos del parque tras el espectáculo. Ese recuerdo de alas silenciosas te acompañará mucho tiempo.
No esperaba sobresaltarme cuando el águila pasó tan cerca, pero de verdad se siente el viento de sus alas. La Falconeria en Locarno no es como ningún zoológico o parque que haya visitado antes. Llegamos justo antes del show de las 11am (evitamos la fila para comprar entradas, lo cual fue un alivio porque no soy muy madrugador), y ya se escuchaba ese murmullo de familias y niños acomodándose en las gradas. Recuerdo a un señor mayor a nuestro lado —probablemente un visitante habitual— que asentía con complicidad, como si supiera lo que venía. Le envidié un poco esa seguridad.
Los entrenadores, todos locales por lo que pude notar, conocían a cada ave al detalle. Uno de ellos —¿Marco? ¿Mario? (no alcancé a escuchar su nombre)— sonrió cuando una cigüeña marabú pasó caminando justo frente a sus botas como si fuera la dueña del lugar. Primero explicó algunas cosas en italiano y luego cambió al inglés para los que llegamos un poco tarde. Al hablar sobre los orígenes de la cetrería en Persia y Arabia, me di cuenta de lo antigua que es esta tradición. Se olía el pasto húmedo bajo los pies y un aroma terroso de las plumas, nada desagradable, sino auténtico.
Intenté sacar una foto de un búho en pleno vuelo pero me enredé con el móvil; al final solo me dediqué a observar. Hay un momento en que todo queda en silencio excepto el batir de las alas sobre tu cabeza, y hasta los niños dejaron de moverse por un rato. Es difícil de explicar: estás sentado en estas grandes gradas cubiertas (perfectas porque el clima en Locarno cambia rápido), pero de alguna forma te sientes parte de todo. Después paseamos por el parque un rato, todavía comentando cuál ave nos había gustado más. No dejo de pensar en ese silencio repentino cuando el halcón aterrizó justo frente a nosotros —fue algo muy personal, ¿sabes?
Los shows se realizan todos los días a las 11am y 3pm en verano.
Sí, el parque es completamente accesible para sillas de ruedas.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden entrar; menores de 3 años entran gratis.
La tribuna tiene capacidad para hasta 600 personas por función.
Sí, los asientos están cubiertos para días soleados y lluviosos.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas.
Sí, los animales de servicio están permitidos en el recinto.
Tu día incluye entradas para Falconeria Locarno con acceso al show en vivo de aves rapaces (elige entre 11am o 3pm) y tiempo para recorrer el parque a tu ritmo, además de asientos cubiertos para que el clima no arruine tu visita.
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