Pasa un día explorando Tala Game Reserve cerca de Durban con un guía local: observa jirafas, cebras, rinocerontes e hipopótamos de cerca. Disfruta un picnic relajado junto al río rodeado de pájaros antes de volver a la ciudad. Un safari tranquilo que recordarás mucho tiempo después de salir de Sudáfrica.
Apenas habíamos salido de Durban cuando la ciudad se desvaneció entre campos verdes y el aire empezó a oler a lluvia sobre hierba seca. Nuestro guía, Sipho, señalaba cosas que yo jamás habría notado — “ese es un ibis hadeda,” dijo, riéndose cuando intenté repetirlo. El trayecto hasta Tala Game Reserve duró menos de una hora, pero se sintió más corto porque todos estábamos atentos, buscando la primera señal de vida salvaje. Al entrar por las puertas, se sintió un silencio especial — no era silencio total, sino como si todos contuviéramos la respiración.
El primer animal que vimos fue una cebra, parada junto al camino como si fuera la dueña del lugar (quizá lo sea). Sipho bajó la velocidad para que pudiéramos verla mover la cola y masticar con calma. De repente aparecieron las jirafas — más altas de lo que imaginaba, avanzando despacio entre las acacias. Es curioso lo cerca que puedes estar en un safari privado así; sin multitudes peleando por la foto, solo nosotros y los animales en su mundo. En un momento, el viento trajo el aroma de salvia silvestre. También vimos hipopótamos, medio sumergidos en agua lodosa — la verdad, no esperaba que se vieran tan tranquilos.
El almuerzo fue un picnic en unos jardines con vistas a un río tranquilo. El mantel se levantaba con pequeñas ráfagas de viento y el sándwich de alguien casi salió volando (Sipho bromeó diciendo que hasta la comida quería escapar). Mientras comíamos, veíamos pájaros revolotear — ¿serían pajaritos sol? — disfrutando de sándwiches sencillos y fruta. No era nada lujoso, pero de alguna manera sabía mejor ahí, rodeados de verde y el canto de las aves.
Después del almuerzo seguimos explorando para ver más animales. Vimos rinocerontes a lo lejos — parecían seres de otro tiempo, casi irreales en medio de tanto espacio abierto. El sol empezó a apretar y recuerdo que deseé haber llevado otra botella de agua (aunque nos dieron algunas). De regreso a Durban me sentí un poco en silencio; quizá por el cansancio o por esa sensación que da haber visto algo auténtico de cerca por primera vez.
Tala está a unos 45 minutos en coche desde Durban en transporte privado.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y hay asientos para bebés disponibles.
Sí, los animales de servicio están permitidos en Tala Game Reserve.
Podrás ver jirafas, rinocerontes, hipopótamos, cebras y muchas aves durante la visita.
El tour incluye un picnic en los jardines con vistas al río dentro de la reserva Tala.
Sí, el transporte privado con recogida en Durban está incluido en la excursión de día completo.
Tu día incluye transporte privado con recogida en hoteles de Durban, entrada a Tala Game Reserve, agua embotellada para todos, un picnic relajado con vistas al río dentro de la reserva y guía local experto que sabe dónde encontrar la mejor fauna antes de regresar por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?