Estarás en lo alto de Johannesburgo, en el piso 51 de Ponte Tower, con vistas que se extienden por kilómetros, y luego entrarás a su núcleo hueco para una perspectiva inesperada. Un guía local comparte historias y la historia del edificio, mostrando la fuerza silenciosa de sus alturas y profundidades.
Para ser sincero, antes solo había visto Ponte Tower en fotos, ese gran anillo hueco en el horizonte. No esperaba entrar, y mucho menos subir hasta el piso 51. Nuestro guía, Thabo, nos recibió afuera y empezó a charlar como si fuéramos viejos amigos. Señaló algunos grafitis en el concreto al entrar — “son de principios de los 90,” dijo, “cuando las cosas estaban… complicadas.” El eco en el vestíbulo hacía que cada paso sonara el doble. Recuerdo que el aire olía un poco a polvo y algo metálico, como una estación de tren, pero más tranquila.
El viaje en ascensor se sintió extrañamente largo (o tal vez era nervios). Pero cuando se abrieron las puertas arriba — wow. Johannesburgo se extendía en todas direcciones. Las ventanas no estaban impecables, pero eso lo hacía sentir más auténtico. Thabo nos contó que Ponte fue el edificio residencial más alto de África — 173 metros — y se podía sentir esa historia alrededor. Nos mostró Hillbrow abajo y compartió una anécdota sobre su primo que creció ahí. La ciudad parecía enorme y a la vez muy cercana.
Luego llegó lo que no esperaba: bajamos al núcleo del edificio. Está abierto en el centro — hueco, como un enorme cilindro de concreto. El aire cambió; se volvió más fresco y había un silencio con eco que me hizo susurrar sin saber por qué. Alguien dejó caer su teléfono (no te preocupes, solo unos pasos) y todos nos reímos nerviosos. No daba miedo, pero definitivamente no era un tour común por la ciudad.
Me sigo acordando de estar ahí, en ese espacio extraño y silencioso, mirando hacia arriba todas esas plantas apiladas sobre mí. Si quieres ver Johannesburgo desde un ángulo que pocos conocen — literal y figuradamente — este tour por Ponte Tower vale la pena. Además, Thabo conoce a todo el mundo en el edificio; saludó a tres personas diferentes al salir.
Sí, todas las áreas y superficies del tour son accesibles para sillas de ruedas.
Ponte Tower mide 173 metros y fue el edificio residencial más alto de África entre 1975 y 2017.
Sí, visitarás el piso 51 para las vistas y también bajarás al núcleo hueco del edificio.
Sí, un guía local experto acompaña todo el recorrido por Ponte Tower.
Sí, bebés y niños pequeños pueden participar usando cochecito o carriola si es necesario.
Los animales de servicio están permitidos en todas las áreas de Ponte Tower durante la visita.
No, no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares ni para mujeres embarazadas.
Tu día incluye acceso guiado a los pisos superiores y al núcleo interior de Ponte Tower con un experto local amigable; usuarios de sillas de ruedas son bienvenidos en todos los espacios; bebés pueden ir en cochecito; se permiten animales de servicio. Solo trae tu curiosidad para esta experiencia única en Johannesburgo.
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