Vive un día completo explorando los paisajes salvajes de Hluhluwe iMfolozi con un guía experto: elefantes, rinocerontes, leones y más. Las comidas se sirven al aire libre con vistas inolvidables. Si buscas recuerdos reales de safari, esta es tu experiencia.
El despertador sonó antes del amanecer; nunca pensé que me emocionaría levantarme a las 4:30 am, pero hay algo especial en saber que te adentras en territorio salvaje que hace que sea fácil. Salimos de Richards Bay justo cuando el cielo empezaba a aclararse, y al llegar a la Puerta Nyalazi, una suave neblina aún cubría la sabana. Nuestro guía, Sipho, nos ofreció café y galletas mientras gestionaba los permisos de entrada; lleva años guiando aquí y parece conocer cada sendero y charca como la palma de su mano.
Recorrer la Reserva Hluhluwe iMfolozi es como estar dentro de un documental de naturaleza, pero en vivo. Temprano vimos una pequeña manada de elefantes cruzando el camino; un bebé elefante tropezaba con sus propias patas, lo que nos sacó varias risas. El aire olía a salvia silvestre y polvo. Alrededor de las 8 am, nos detuvimos cerca de un mirador para desayunar; nada sofisticado, pero comer sándwiches con jirafas de fondo supera cualquier cafetería de la ciudad.
Al mediodía el calor puede ser intenso (no olvides tu sombrero), pero la brisa que entraba por las ventanas abiertas nos mantuvo frescos. Para la hora del almuerzo ya habíamos visto búfalos descansando bajo acacias y un par de rinocerontes pastando cerca del camino; Sipho nos explicó que les recortan los cuernos para protegerlos de los cazadores furtivos. El almuerzo fue tipo picnic bajo un gran árbol marula; nunca olvidaré el sonido lejano de las hienas mientras comíamos.
De regreso por la tarde, bajamos la velocidad para dejar pasar a unas cebras (literalmente) y vimos a un guepardo estirado sobre un termitero. La vida de aves está por todos lados: cálaos volando bajo y destellos de color de los rolleros pechialila. El viaje de vuelta a Richards Bay fue más tranquilo; todos estábamos cansados pero felices, compartiendo fotos y anécdotas de los mejores avistamientos.
Partimos a las 5:00 am para aprovechar la mayor actividad animal dentro de la reserva Hluhluwe iMfolozi.
¡Sí! Paramos a desayunar alrededor de las 8 am dentro de la reserva, generalmente en un lugar con buena vista y animales cerca.
No se puede garantizar al 100% porque los animales están libres, pero nuestros guías saben dónde buscar para aumentar tus posibilidades.
Por supuesto, está pensado para todos los niveles físicos y contamos con asientos especiales para bebés si los necesitas.
Tu día incluye desayuno y almuerzo al aire libre, además de snacks durante el recorrido. Viajarás en un vehículo con aire acondicionado y un guía local experto que conoce Hluhluwe iMfolozi a la perfección.
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