Esta es tu oportunidad de recorrer las coloridas calles de Bo-Kaap, ver focas en Hout Bay, conducir por Chapman’s Peak, contemplar los acantilados de Cape Point y conocer de cerca a los pingüinos africanos en Boulders Beach—todo en un tour privado por Ciudad del Cabo con un guía que conoce cada atajo y cada historia del camino.
“Ahí es donde están los mejores samoosas,” sonrió nuestro guía mientras caminábamos por las calles llenas de color de Bo-Kaap, con el aire impregnado de un suave aroma a cardamomo y cebolla frita que se colaba por las ventanas abiertas de las cocinas. Los niños corrían entre casas pastel mientras hacíamos una pausa para fotos, descubriendo que la historia de este barrio se remonta siglos atrás—cada piedra y cada pincelada guardan mil relatos.
Salimos de la ciudad bordeando la costa, pasando por Bantry Bay, donde ni una brisa se atrevía a moverse. La carretera abrazaba los acantilados tan de cerca que podía ver la espuma del mar golpeando las rocas abajo. En el puerto de Hout Bay, las gaviotas peleaban por restos de pescado junto a los puestos del mercado llenos de tallados en madera y cuentas. Algunos subimos a un bote hacia la Isla Duiker—las focas ladraban y se movían como si fueran dueñas del lugar—mientras otros disfrutaban un café viendo a los pescadores desenredar sus redes.
Conduciendo por Chapman’s Peak Drive sentí que volaba sobre el océano, cada curva regalaba una vista salvaje diferente. Paramos para fotos mientras el viento me arrancaba el sombrero, y seguimos pasando viñedos y una granja de avestruces (esos animales parecen sacados de otra era de cerca). Al entrar en la Reserva Natural Cape Point, el fynbos rozaba nuestras piernas mientras avistábamos babuinos al borde del camino y subíamos hasta el faro antiguo—las piernas ardiendo, pero la vista panorámica de 360 grados valía cada paso.
El tramo final nos puso frente a frente con los pingüinos africanos en Boulders Beach. Se acercaban caminando hasta la barandilla del paseo, sus llamados se mezclaban con el sonido de las olas chocando contra los granitos lisos. De regreso por Simon’s Town y Kalk Bay, vi surfistas esperando la ola en Muizenberg y locales compartiendo risas frente a las pescaderías—el cierre perfecto para un día que nunca se sintió apresurado ni planeado.
El tour suele durar entre 8 y 9 horas desde la recogida hasta la vuelta, dependiendo del tráfico y el tiempo que quieras pasar en cada parada.
Podrás ver de cerca a los pingüinos africanos desde pasarelas especiales junto a su colonia. No está permitido caminar directamente por la playa para protegerlos.
Se ofrece agua embotellada durante todo el recorrido. Las comidas no están incluidas, pero hay paradas con opciones para almorzar o picar algo.
El vehículo tiene aire acondicionado y es accesible para sillas de ruedas. El ritmo es tranquilo con muchas paradas; también disponemos de asientos especiales para bebés si los necesitas.
Tu experiencia incluye un vehículo privado con aire acondicionado y agua embotellada siempre que la necesites. También cubrimos todos los peajes de Chapman’s Peak Drive, para que solo te relajes mientras el guía se encarga de todo—desde contar historias locales hasta asegurarse de que no te pierdas las mejores fotos.
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