Prueba cuatro vinos locales en lo alto del valle de Constantia y sumérgete en un show africano de tambores donde tú también tocas, guiado por artistas de primer nivel. Escucha canciones y relatos tradicionales, aprende sobre el tambor zulú y antiguos instrumentos, y termina con un relajado braai sudafricano bajo el cielo de Cape Town.
No esperaba empezar mi día en Cape Town con un tambor en el regazo y una copa de vino en la mano, pero así fue en Silvermist Vineyard. El camino hasta allí serpenteaba entre eucaliptos, y mis zapatos aún guardan el polvo del sendero. Gregory, el dueño (con esa confianza tranquila), nos recibió con una sonrisa que parecía de vieja amistad. Sirvió el primero de cuatro vinos—uno orgánico, con un toque terroso, la verdad—y nos contó historias sobre la elaboración del vino en las laderas más altas de Constantia. No podía dejar de mirar la Mesa desde la ventana; se veía distinta desde aquí, más suave, de alguna manera.
Luego llegó la parte que me ponía nervioso: el show Drumstruck. Nos dieron un tambor a todos—no había dónde esconderse atrás. Nuestra guía, Li, bromeó diciendo que si sabes aplaudir, sabes tocar el tambor (no sé si eso aplica conmigo). Los artistas eran increíbles—un momento marcaban ritmos zulúes tan potentes que sentía vibrar el pecho, al siguiente cantaban armonías que parecían venir de tiempos remotos. Hubo un solo de marimba que dejó congelada a una niña a mi lado, justo en medio de un bocado. El teatro estaba lleno de instrumentos antiguos—algunos tallados tan suaves que daban ganas de tocarlos a escondidas.
Intenté imitar los movimientos de los percusionistas, aunque seguro me veía ridículo; Li se rió cuando intenté pronunciar “ngoma” correctamente—seguro lo arruiné. Pero a nadie pareció importarle. Al terminar, la gente se quedó afuera para un braai sudafricano, con el aroma ahumado flotando entre las viñas mientras todos compartían sus momentos favoritos. Aún recuerdo lo fácil que fue sumarse, aunque no seas músico ni nada por el estilo.
No, esta experiencia no incluye recogida en hotel.
Probarás cuatro vinos diferentes de Silvermist y del valle de Constantia.
Sí, los niños son bienvenidos y los bebés pueden ir en cochecito o carrito.
Sí, Silvermist Vineyard es accesible para personas en silla de ruedas.
No, no se requiere experiencia; todos reciben un tambor y guía durante el show.
Después del espectáculo hay un tradicional braai sudafricano (barbacoa).
Sí, se permiten animales de servicio en el lugar.
La cata se realiza antes de entrar al teatro; el tiempo varía pero permite probar los cuatro vinos con calma.
Tu tarde incluye entrada al show en vivo Drumstruck en Silvermist Vineyard con tu propio tambor para tocar junto a músicos sudafricanos de primer nivel; una cata de cuatro vinos locales guiada por Gregory Brink Louw; y tiempo para relajarte con un tradicional braai sudafricano al terminar la música.
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