Recorre la costa dramática de Cape Town en grupo pequeño, para a tomar fotos en las coloridas casetas de St. James, conoce de cerca a los pingüinos africanos en Boulders Beach, pasea entre el fynbos salvaje en Cape Point y respira aire puro en acantilados azotados por el viento, con recogida en hotel incluida.
Salimos de Cape Town justo después del amanecer, con la ciudad aún desperezándose. Nuestro guía, Sipho, con su risa fácil, nos llevó por la M5 hasta que de repente nos encontramos bordeando False Bay. El mar tenía ese azul gris frío, con un toque salado que me despertó mejor que el café. Paramos en St. James Beach para ver esas casetas de colores brillantes (en persona parecen sacadas de un dibujo animado), y traté de hacerme un selfie pero solo salió mi pulgar. Sipho se burló de mí: “Necesitas brazos más largos”, dijo.
El camino por Kalk Bay fue un bullicio de pescadores gritando sobre las gaviotas, y el tintineo de los barcos amarrados. El olor a redes viejas y pescado fresco se quedó pegado en mi nariz un buen rato. Pasamos también por Fish Hoek, donde ya había gente metiéndose en el océano Índico, aunque el agua no estaba para nada cálida. No podía dejar de pensar en lo diferente que se siente la luz aquí: clara, nítida, como si vieras todo por primera vez.
Luego llegamos a Boulders Beach, y la verdad no esperaba estar tan cerca de los pingüinos africanos. Caminan como viejitos con esmoquin. Uno pasó justo frente a nosotros por la pasarela, sin importarle que lo miráramos. Cerca, unos niños reían y alguien dejó caer un helado (esta vez no fui yo). Sipho nos contó que hay unos 3,000 pingüinos aquí; se notaba orgulloso, pero también cuidadoso cuando nos recordó que no los tocáramos ni alimentáramos.
Después seguimos hacia la Reserva Natural del Cabo de Buena Esperanza. El viento se levantó con fuerza, casi parecía que te iba a tumbar, y el aroma del fynbos salvaje nos envolvía. Vimos un babuino sentado en un cartel, mirándonos fijo, y avestruces a lo lejos entre los arbustos. En Cape Point puedes subir caminando o tomar un funicular llamado Flying Dutchman; yo caminé para estirar las piernas después de tanto rato sentado. La vista desde arriba... a veces la recuerdo cuando estoy atrapado en un atasco en casa.
El tour dura aproximadamente medio día, incluyendo recogida y regreso en Cape Town.
Sí, incluye recogida y regreso en hoteles de Cape Town o en la recepción del hotel The Westin.
Visitarás Boulders Beach y caminarás por pasarelas cerca de la colonia principal de pingüinos para verlos muy de cerca.
No incluye almuerzo; se proporciona agua embotellada durante el recorrido.
La ruta por Chapman’s Peak se incluye si está operativa el día de tu tour.
Sí, todas las áreas y el transporte son accesibles para sillas de ruedas.
La parada se centra en visitar la colonia de pingüinos por las pasarelas; no se garantiza tiempo para nadar.
Las tarifas de peaje de Chapman’s Peak están cubiertas; otras entradas no están especificadas como incluidas.
Tu día incluye transporte cómodo con agua embotellada, recogida y regreso en cualquier hotel de Cape Town o en la recepción del hotel The Westin si prefieres, todos los peajes de Chapman’s Peak cubiertos por tu guía-conductor (que también es narrador), y muchas paradas para fotos—desde las casetas arcoíris hasta los acantilados ventosos—antes de llevarte de vuelta al punto de partida.
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