Sube al icónico tren azul de Sri Lanka de Kandy a Ella con tu asiento reservado y sin necesidad de imprimir billete, mientras disfrutas de colinas de té y cascadas pasando junto a tu ventana. Los locales pueden compartir snacks o historias en el camino. El ritmo tranquilo y la luz cambiante hacen que este viaje se quede contigo mucho después de llegar.
Me desperté demasiado temprano, con ese nerviosismo de no querer perder el tren de Kandy — ya sabes, esa sensación de emoción mezclada con ansiedad antes de algo que esperas con ganas. La estación ya estaba llena a las 8:30 am, un bullicio de locales cargando cestas y viajeros agarrando sus teléfonos. Mi e-ticket apareció en WhatsApp justo cuando buscaba un papel para imprimir (resulta que no hace falta). Un hombre con uniforme desgastado revisó mi número de asiento y me dejó pasar. En el aire flotaba un leve olor a diésel y té dulce — quizá era la estación, o tal vez es el alma de Sri Lanka.
Finalmente llegó el tren azul, con la pintura desconchada y ventanas brillantes. Encontré mi asiento reservado (junto a la ventana, segunda clase — nada lujoso pero perfecto para ver el paisaje pasar). Salimos de Kandy y de repente todo se volvió verde: plantaciones de té que parecen infinitas, niños saludando desde las vías, niebla cubriendo las colinas lejanas. En nuestro vagón éramos mitad turistas, mitad locales; una señora mayor me ofreció unos snacks fritos envueltos en papel de periódico. Intenté no dejar migas por todas partes. Se rió cuando pregunté por la próxima parada — “Ella aún está lejos”, dijo, casi como una advertencia pero sonriendo.
Después de Nanu Oya bajamos la velocidad cerca de una cascada tan cerca que casi podías sentir el rocío si te asomabas (aunque no lo recomiendo). La luz cambiaba constantemente — a veces dorada, otras gris y lluviosa contra el cristal. El viaje dura unas siete horas si vas hasta Badulla, pero la mayoría se baja en Ella; yo también. De hecho, no se trata de llegar rápido. Cuando por fin llegamos a la estación de Ella, nadie tenía prisa por levantarse. Quizá es porque por un rato te conviertes en parte de esta historia pausada que recorre Sri Lanka — sin prisas por una vez.
No, los e-tickets se envían por WhatsApp o email y se aceptan a bordo.
Los asientos pueden ser en primera, segunda o tercera clase según disponibilidad.
El trayecto dura entre 6 y 7 horas, según paradas y destino final.
Los principales horarios son a las 8:47 am y 11:03 am desde la estación de Kandy.
Sí, los bebés pueden ir en brazos de un adulto o en cochecito.
Sí, tanto el transporte como las estaciones tienen acceso para sillas de ruedas.
Tu día incluye todos los impuestos y tasas, más un asiento reservado (en primera, segunda o tercera clase según disponibilidad), con tu e-ticket enviado directo por WhatsApp o email — sin necesidad de imprimir. También podemos organizar transporte a la estación de tren a buen precio para que no te compliques.
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