Si quieres descubrir el verdadero Kandy en un día —templos llenos de historia, jardines exuberantes, artesanías para tocar y una auténtica cata de té de Ceilán— este tour lo tiene todo sin complicaciones. Tu guía local te contará historias y tendrás tiempo para explorar a tu ritmo.
Aún estaba oscuro cuando salimos de Negombo, apenas unos tuk-tuks pasando mientras nuestro conductor llegaba con un termo de té en mano. El camino a Kandy serpentea entre colinas cubiertas de niebla; bajé un poco la ventana y sentí el aroma a tierra mojada tras la lluvia de la noche anterior. Al llegar a la ciudad, el sol ya brillaba y las calles empezaban a cobrar vida. Nuestro guía, Nimal, nos llevó directo al Sri Dalada Maligawa, el Templo del Diente Sagrado. Conocía todos los atajos por el palacio y nos señaló detalles que yo habría pasado por alto, como la piedra lunar tallada en la entrada y el suave tamborileo que se escuchaba desde dentro. Nos unimos a locales vestidos con sarongs blancos que llevaban flores de loto para las oraciones matutinas. El aire dentro estaba impregnado de incienso; la sensación era como entrar en otro mundo.
Después, exploramos un museo de gemas escondido detrás de una calle concurrida: zafiros de Sri Lanka por todos lados. El personal nos dejó tocar algunas piedras en bruto y nos explicó cómo cada color proviene de distintas regiones de la isla. Luego visitamos un taller de tallado en madera donde se olía el barniz fresco mientras los artesanos trabajaban bloques de sándalo. Me llevé una pequeña figura de elefante para mi estantería en casa.
El almuerzo fue sencillo pero contundente: un plato de arroz con curry en un lugar llamado “Green View” con vistas a la selva enredada justo a las afueras de la ciudad. Después nos dirigimos a los Jardines Botánicos de Peradeniya. Son enormes: orquídeas colgando de los árboles, murciélagos volando arriba, parejas haciendo picnic bajo avenidas de palmeras plantadas hace siglos. Nimal nos contó sobre George Thwaites y cómo estos jardines impulsaron la industria del té en Sri Lanka durante la época colonial.
La última parada fue una fábrica de té en una ladera fuera de Kandy. Antes de entrar ya se oían las máquinas en marcha. Vimos a los trabajadores clasificar las hojas a mano (el aroma es increíble) y probamos tres tipos de té de Ceilán; mi favorito fue uno fuerte y con un toque terroso. De regreso, me quedé dormido un rato y desperté justo al pasar puestos de fruta en la carretera que vendían cocos reales por 100 rupias cada uno.
La recogida suele empezar alrededor de las 5:00 am para aprovechar al máximo el día en Kandy.
Sí, el almuerzo está incluido en un restaurante local con varias opciones para elegir.
No hace falta nada especial, solo ropa cómoda y algo ligero para cubrir hombros y rodillas en los templos.
Todos los tickets de entrada a las atracciones están incluidos en el precio del tour.
El tour es para todas las edades y niveles de condición física; si hace falta, hay asientos para bebés disponibles.
Tu conductor-guía privado te recogerá directamente en tu hotel (en Colombo o en la costa). Todas las entradas están gestionadas con antelación —incluyendo el Templo del Diente Sagrado, los jardines botánicos y los talleres— y también se incluye agua embotellada y almuerzo. Un guía profesional te acompañará en los puntos clave para que no te pierdas ninguna historia ni detalle oculto.
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