Verás Singapur con ojos locales—lugares icónicos como Merlion Park y Chinatown combinados con puentes escondidos y paradas gastronómicas auténticas. Este tour privado te permite evitar multitudes, hacer preguntas y descubrir historias que no encontrarás en ninguna guía.
La mañana se sentía cálida y densa mientras paseábamos por el Parque Esplanade, esquivando corredores y algún que otro señor practicando tai chi. Nuestra guía, Mei Lin, nos señaló el antiguo lugar del Merlion—qué curioso que antes miraba hacia un estacionamiento antes de trasladarlo al frente del mar. Si prestas atención, aún puedes escuchar el chapoteo del agua en el nuevo Merlion Park. Esa estatua mitad león, mitad pez está en todos los souvenirs, pero verla de cerca junto a la bahía tiene otro encanto.
Cruzar el puente Henderson Waves fue una sorpresa inesperada. Había visto fotos en internet, pero no imaginaba que sus curvas de madera transmitieran tanta paz sobre el ruido de la ciudad. Se percibe un leve aroma a lluvia sobre la madera—la humedad de Singapur siempre lo resalta—y si tienes suerte, verás monos corriendo entre los árboles abajo. Mei Lin nos contó que los locales vienen aquí a correr al amanecer o a pasear de noche cuando refresca.
A la hora del almuerzo, nos metimos en el centro de hawker de Chinatown, donde cada puesto tiene sus clientes habituales y se escucha el bullicio en hokkien o mandarín. Conocimos al señor Tan, que lleva décadas moliendo especias—sus manos olían a anís estrellado y pimienta incluso después de lavarlas. Probamos su laksa (picante pero justo), y luego paseamos por antiguas casas comerciales que ahora son cafés indie y pequeñas galerías de arte. Si le preguntas a tu guía, te señalará los puestos familiares o la cafetería con el mejor kaya toast.
La ruta varía según tu guía—puede que pases por Little India para ver guirnaldas frescas o asomes la vista a las coloridas torres del templo Sri Mariamman entre las casas. O tal vez termines en el Parque Mt. Faber para disfrutar las vistas de la ciudad, o visites el Museo ArtScience si hay tiempo (y ganas). Nunca se siente apresurado; siempre hay espacio para una pausa con un jugo de caña bien frío o simplemente para observar los barcos navegando por el río Singapur.
¡Sí! Se aceptan cochecitos y las rutas se pueden adaptar a las necesidades de los más pequeños.
Se camina a un ritmo tranquilo con descansos; entre algunos puntos se usa transporte público.
Tu guía sugerirá lo más destacado, pero puede personalizar parte del recorrido según tus intereses.
Incluye un snack local; el almuerzo en el hawker centre corre por tu cuenta para que elijas lo que prefieras.
Este tour privado incluye un guía local experto, todo el transporte público durante la ruta, un snack típico y la compensación de carbono de tu viaje. Evitarás las multitudes gracias a consejos de insiders y apoyarás negocios pequeños mientras exploras Singapur a tu ritmo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?