Recorre en moto de nieve los bosques nevados de las montañas Cárpatos en Rumanía con un guía local. Risas, aire puro de montaña y momentos de calma entre acelerones. Incluye recogida, agua embotellada y transporte accesible para que solo te preocupes de disfrutar y guardar en la memoria esos paisajes salvajes de Transilvania.
Lo primero que noté fue el silencio absoluto en las montañas Cárpatos, hasta que arrancaron nuestras motos de nieve. Nuestro guía, Andrei, me pasó un casco y sonrió como si supiera lo que venía. Nunca había montado una moto de nieve, así que estaba mitad emocionado, mitad preocupado de acabar estampado contra un pino. El aire olía frío y cortante, casi metálico, y mi aliento formaba pequeñas nubes mientras escuchábamos las indicaciones de seguridad (que probablemente debería haber prestado más atención).
Salimos de dos en dos — al parecer es lo habitual en este tour en moto de nieve por Transilvania — y de inmediato el mundo se convirtió en destellos blancos y pinceladas de verde oscuro. El motor vibraba bajo mí, pero no era tan ruidoso como esperaba; lo que más se oía era el crujir de la nieve fresca levantándose detrás. Andrei señalaba todo con grandes gestos: “Ahí está el pico Bucegi” o “¿Ves esas huellas? Lobo.” En un momento se detuvo para que solo escucháramos — sin motores, solo el viento entre los árboles y algún ladrido lejano de un perro en el valle.
No esperaba reír tanto. Mi amigo intentó conducir y casi nos hace dar vueltas — Andrei gritó algo en rumano que sonaba a ánimo (o a advertencia). Al parar a mitad de camino nos esperaba agua embotellada. Se me mojaron los guantes, pero ni lo noté porque me dolía la cara de tanto sonreír. El paseo duró alrededor de una hora, pero se sintió a la vez más largo y más corto — el tiempo se comporta raro cuando estás ahí fuera.
Después, subir de nuevo a la furgoneta con la calefacción a tope fue casi demasiado cómodo. Las botas empapadas y el pelo desordenado bajo el casco no importaban. Pero al mirar esas montañas por la ventana… todavía recuerdo esa vista, especialmente lo pequeños que parecíamos frente a tanta nieve. Si estás pensando en reservar esta excursión desde Brașov o alrededores, hazlo sin dudar, aunque nunca hayas montado una moto de nieve.
Sí, los principiantes son bienvenidos y los guías dan instrucciones antes de empezar.
La ruta dura aproximadamente una hora, con dos personas por moto.
Bebés y niños pequeños pueden unirse usando asientos especiales o cochecitos adaptados.
Sí, la recogida está incluida con vehículo climatizado para el traslado.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Sí, el transporte está adaptado para sillas de ruedas.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la experiencia.
Tu experiencia incluye recogida en vehículo climatizado desde puntos cercanos, agua embotellada durante la pausa en las rutas de montaña y todo el equipo necesario para conducir la moto de nieve, para que solo tengas que presentarte listo para la aventura sin preocuparte por la logística o accesibilidad.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?