Caminarás por senderos tranquilos en la Garganta Varghis, cruzarás antiguos puentes de madera, explorarás cuevas ocultas y observarás la fauna local, todo acompañado por un guía amable que conoce cada rincón del camino. Si buscas la auténtica naturaleza de los Cárpatos sin multitudes ni ruido, este es tu día ideal.
Salimos temprano, serpenteando entre pueblos dormidos y campos ondulados durante aproximadamente una hora y media, hasta que finalmente la carretera se adentró en las colinas boscosas cerca de Varghis. El aire olía a hojas mojadas, con ese aroma terroso y un toque de humo de leña proveniente de granjas lejanas. Nuestro guía, Zsolt, nos contó leyendas locales mientras llegábamos en una reluciente furgoneta Mercedes (se sentía bastante elegante para una excursión de senderismo).
El sendero es fácil de seguir, mayormente plano, con las raíces y piedras justas para mantenerte atento a cada paso. Desde el principio, notas el silencio. No hay multitudes, solo el sonido del agua corriendo abajo y el canto de los pájaros arriba. Cruzamos nueve puentes de madera, algunos crujían bajo nuestros pies, y paramos en tres cuevas a lo largo del camino. Una de ellas expulsaba aire fresco a pesar del calor afuera; otra hacía eco cuando dejé caer una piedrecita. Zsolt nos señaló arbustos de avellanas silvestres y nos mostró dónde a veces bajan los corzos a beber.
Si me quedaba quieto, podía ver destellos de truchas en el río. Había pequeños lagartos tomando el sol sobre las rocas, y en una ocasión escuchamos algo moviéndose entre la maleza—probablemente un jabalí, según Zsolt (aunque nunca lo vi). La caminata duró unas tres horas a un ritmo tranquilo, con muchas paradas para fotos o simplemente sentarnos junto al agua. Al final, mis botas estaban embarradas pero mi mente despejada. Poca gente parece conocer este lugar; honestamente, eso es lo que lo hace tan especial.
Esta caminata se considera fácil y cubre unos 8 km en 3-4 horas. Es apta para todos los niveles de forma física, siempre que lleves botas de trekking resistentes.
Necesitarás botas de trekking altas, un impermeable por si acaso, y al menos 1,5 litros de agua o té para ti.
No hay tiendas ni baños en el sendero, ya que es una zona bastante remota, así que planifica bien antes de comenzar.
Podrías ver truchas en el río, pequeños reptiles sobre las rocas o escuchar aves como el águila calzada sobrevolando. Los animales más grandes son tímidos, pero a veces dejan huellas cerca del agua.
Tu día incluye transporte privado en una cómoda furgoneta premium (como una Mercedes V Class), agua embotellada (sin gas o con gas), snacks ligeros para el camino y la guía de un experto que habla inglés y alemán con fluidez.
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