Viajarás desde Bucarest a Sibiu con tu propio guía, haciendo paradas en monasterios centenarios y explorando una de las ciudades medievales más encantadoras de Rumanía. Prepárate para historias auténticas, momentos de calma en iglesias antiguas y vistas que no olvidarás.
Salimos temprano de Bucarest, la ciudad apenas despertaba cuando emprendimos el camino. Nuestro guía, Andrei, tenía una lista de canciones antiguas rumanas sonando suavemente de fondo, que realmente puso el tono para el día. El viaje hacia el norte se sentía como entrar en otro mundo; se nota cómo el aire se vuelve más fresco a medida que te acercas a las montañas. Primera parada: el Monasterio de Cozia. Está justo junto al río Olt, con gruesos muros de piedra que han resistido más de 600 años. Al entrar, se percibía un leve aroma a incienso y, sinceramente, se sentía una paz especial, casi como si el tiempo se ralentizara allí. Andrei nos señaló algunos frescos antiguos que yo habría pasado por alto por mi cuenta.
No muy lejos de Cozia está el Monasterio de Turnu, una verdadera joya escondida en el condado de Vâlcea. El lugar no estaba nada concurrido (quizás vimos a tres visitantes más), y hay una antigua torre en la cima del Pico Teofil que data de la época romana. La historia cuenta que las legiones romanas la construyeron durante el siglo II; es impresionante pensarlo mientras estás allí. Si te detienes un momento, puedes escuchar el eco de los pájaros entre las colinas.
Sibiu en sí parece un escenario de película: calles empedradas, casas de colores pastel, pequeños cafés que se extienden hacia las plazas. Paseamos por el centro histórico mientras Andrei nos señalaba detalles curiosos, como algunas ventanas que parecen ojos que te observan. Si te gusta la cultura o simplemente quieres relajarte en un lugar diferente, este sitio cumple con ambas cosas. Las montañas Făgăraș y Lotru enmarcan todo el paisaje; es difícil no estar mirando hacia arriba constantemente.
¿Lo mejor? Subir a la torre de la Catedral Evangélica de Sibiu. Son 192 escalones (los conté), pero vale totalmente la pena por la vista a 55 metros de altura. Mis piernas temblaban un poco arriba, pero tomar fotos desde allí es otra historia: ves los tejados extendiéndose hasta el infinito. Andrei compartió leyendas locales mientras recuperábamos el aliento antes de bajar.
El día completo dura alrededor de 12 a 13 horas, incluyendo todas las paradas y el tiempo de viaje.
Las escaleras son empinadas pero manejables si vas con calma; hay pasamanos en la mayor parte del recorrido.
No se incluyen comidas, pero tu guía te recomendará buenos lugares locales en Sibiu para almorzar o tomar un café.
Sí, es flexible y puede adaptarse a todas las edades y niveles de condición física. Hay asientos para bebés disponibles si es necesario.
Tu excursión privada incluye transporte cómodo con aire acondicionado y WiFi a bordo, gasolina y tarifas de estacionamiento cubiertas, además de un guía/conductor local amable que compartirá historias durante el trayecto. Asientos especiales para bebés están disponibles bajo petición, se aceptan animales de servicio, y hay opciones de transporte público cercanas si las necesitas.
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