Sumérgete en castillos de cuento en Transilvania: desde los jardines de Peles hasta las torres sombrías de Bran, guiado por locales que conocen cada leyenda. Camina por las calles medievales de Brasov, prueba snacks típicos y disfruta vistas de la vida en la montaña. No siempre es lo que esperas—y eso es parte de su magia.
Lo primero que recuerdo es el aroma: agujas de pino y piedra fría al salir cerca del Castillo de Peles. Nuestro guía, Andrei, nos llamó junto al muro del jardín. “Miren ese techo, ¿ven las pequeñas cabezas de lobo?” dijo. Yo aún despertaba (el café no había hecho efecto), pero de repente estaba entrecerrando los ojos para ver esos rostros tallados sobre las ventanas, medio ocultos por la niebla. El castillo parecía sacado de un cuento, pero sin ser cursi, más bien como si alguien pudiera asomarse detrás de esas cortinas. Esta vez no entramos (las entradas se agotan rápido), así que paseamos por los jardines. Había una pareja mayor dando de comer a los pájaros junto a la fuente, y por un momento sentí que habíamos viajado a otro siglo.
Brasov me sorprendió. Pensaba que sería todo tiendas de souvenirs y recuerdos de Drácula, pero había una plaza tranquila con edificios pastel y un reloj que sonaba justo mientras almorzábamos. Andrei nos llevó por callejones serpenteantes, nos contó sobre los comerciantes sajones y nos señaló una panadería donde solía comprar pasteles de niño (probé uno; la verdad estaba un poco seco, pero olía increíble). El aire se sentía más ligero aquí, o tal vez era el alivio después del viaje en minibús por esas curvas de montaña.
Había visto fotos del Castillo de Bran antes, el “Castillo de Drácula” del que todos hablan, pero estar bajo sus muros sombríos al caer la tarde fue otra cosa. Se oían cuervos en algún lugar de las murallas. Andrei nos explicó qué es real y qué leyenda (spoiler: Vlad Drácula nunca vivió aquí), pero nada importaba cuando subías esas escaleras en espiral con la mano apoyada en la piedra fría. Había un pasillo con corrientes de aire donde el grupo guardó silencio por un momento—no sé si fue nervios o cansancio, pero todavía recuerdo ese eco.
La excursión es de día completo, alrededor de 12 horas incluyendo paradas en el Castillo de Peles, Brasov y Bran.
No, las entradas al Castillo de Peles no están incluidas; debes comprarlas por separado en la web oficial antes de la visita.
No se incluye almuerzo, pero tendrás tiempo libre en Brasov para comer o tomar algo por tu cuenta.
El tour incluye transporte en minivan o minibús con WiFi; consulta con el operador las opciones exactas de recogida.
El guía en vivo habla inglés; hay audioguías en español, italiano, francés y hebreo si las pides al reservar.
Esta excursión no es recomendable para personas con movilidad limitada debido a superficies irregulares y caminatas necesarias.
Si el Castillo de Peles está cerrado (entre principios de noviembre y diciembre), se verá solo desde fuera y se visitará el Castillo de Pelisor en su lugar.
Los grupos son pequeños, máximo 16 personas para mantener una experiencia más personal y cómoda.
Tu día incluye transporte en minivan o minibús con aire acondicionado y WiFi, guía en vivo en inglés durante todo el recorrido, un paseo a pie por el centro histórico de Brasov y audioguías opcionales en español, italiano, francés o hebreo si las solicitas con anticipación. Las entradas a los castillos no están incluidas; deberás reservarlas por tu cuenta antes del viaje.
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