Si quieres descubrir Kigali a través de los ojos de su próxima generación de líderes femeninas, esta excursión es para ti. Caminarás junto a estudiantes, escucharás sus historias de primera mano y descubrirás rincones ocultos de Nyamirambo que la mayoría de visitantes no conoce, todo mientras apoyas la educación y proyectos locales de mujeres.
Lo primero que me llamó la atención fue el suave murmullo en el Akilah Café: estudiantes charlando mientras tomaban tazas de té con leche, alguien riendo cerca de la ventana. Nuestra guía, Sandrine, nos saludó con una gran sonrisa. Acababa de terminar su clase matutina y aún llevaba su cuaderno bajo el brazo. Bebimos un dulce té de jengibre y mordisqueamos mandazi tibios mientras Sandrine nos explicaba cómo funciona el colegio; resulta que es el único campus exclusivamente femenino de Ruanda. Se sentía la energía en el aire; todos parecían ocupados pero felices de detenerse a conversar.
Al salir del campus, seguimos a Sandrine por un sendero sombreado rumbo a Nyamirambo. El sol ya calentaba y se olía pan recién hecho en un puesto cercano. Mientras caminábamos, nos señalaba atajos que usan los estudiantes cuando llegan tarde a clase. Nyamirambo en sí se sentía vivo: niños jugando fútbol en callejones, música que se escapaba de pequeñas tiendas. Sandrine compartió historias de su infancia aquí, cómo compagina las clases con el trabajo y dónde consigue el mejor chapati después de los exámenes. Entramos en algunas tiendas locales; un sastre nos dejó ver sus últimas telas de kitenge apiladas cuidadosamente.
Antes de regresar, hicimos una parada en el Centro de Mujeres de Nyamirambo. El lugar vibraba de actividad: mujeres tejiendo cestas, otras charlando mientras cosían coloridos bolsos. Me llevé un bolso bordado a mano (no pude resistirme). Sandrine explicó que muchas estudiantes trabajan aquí o aprenden nuevas habilidades entre clases. Fue reconfortante saber que nuestra visita apoyaba sus proyectos. Sinceramente, me fui con más que recuerdos: tuve un verdadero vistazo a la vida cotidiana en Kigali y conocí a personas que están haciendo un cambio real.
¡Por supuesto! Los niños pueden unirse sin problema; la mayoría de los caminos son accesibles con cochecitos y hay muchas pausas durante el recorrido.
La caminata desde el campus hasta Nyamirambo es tranquila, suele durar entre 30 y 40 minutos con paradas para charlar o mirar alrededor.
¡Sí! El Centro de Mujeres de Nyamirambo tiene hermosos artículos hechos a mano: bolsos, cestas, joyería... seguro encuentras algo especial.
No es necesario; el agua y los snacks están incluidos. Solo lleva calzado cómodo y algo de efectivo si quieres comprar en las tiendas locales.
Recibirás agua embotellada, snacks (como mandazi o fruta) y café o té en el café. Todo guiado por estudiantes amables que conocen Kigali a la perfección.
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