Bajas del avión en Punta Cana y ves tu nombre al instante, sin estrés ni buscar taxis. Un conductor local te recibe y te lleva en un coche privado de lujo con aire acondicionado (un alivio total). Relájate mientras recorres calles llenas de palmeras y tu chofer se encarga de todo, desde el equipaje hasta la ruta. Un comienzo o final de viaje que simplemente se siente bien.
No esperaba sentirme tan tranquilo solo por ver mi nombre en un cartel después del vuelo a Punta Cana. La sala de llegadas estaba llena: familias con la piel quemada por el sol, risas altas, ese aire pegajoso caribeño que ya se me había pegado a la camisa. Pero ahí estaba él, nuestro conductor (¿Miguel? Creo que sí), sosteniendo el cartel y saludando con una sonrisa auténtica. Siempre me pongo un poco nervioso con las recogidas en aeropuerto, pero esta vez fue... sencillo.
Lo seguimos hacia afuera y el calor nos recibió aún más fuerte, con ese olor a diesel y sal marina. El coche estaba impecable, fresco por dentro (gracias a Dios por el aire acondicionado), los asientos de cuero olían a nuevo. Miguel preguntó si queríamos música o silencio; yo solo me recosté y vi pasar las palmeras por la ventana. Señaló un par de resorts mientras conducía, dijo que su primo trabajaba en uno de ellos, y cuando intenté hablar en español, me sonrió y me ayudó con las palabras. No fue mucho tiempo, unos 30 minutos hasta nuestro alojamiento en Bávaro, pero se sintió como una pausa perfecta antes de que las vacaciones comenzaran de verdad.
La verdad, casi no me di cuenta del tiempo. Hay algo muy agradable en no tener que preocuparte por direcciones ni negociar taxis después de un vuelo, solo dejarte llevar, en silencio, con alguien local que conoce las calles (y cómo evitar esos baches). Cuando llegamos al hotel, Miguel nos ayudó con las maletas y se aseguró de que tuviéramos todo antes de irse. Esa calma al inicio del viaje... a veces la recuerdo cuando estoy atrapado en el caos de otros aeropuertos.
Sí, la recogida en el aeropuerto de Punta Cana está incluida con tu reserva.
Se pueden proporcionar asientos especiales para bebés bajo solicitud.
Tu conductor te esperará en la salida con un cartel con tu nombre y el logo de la empresa.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden viajar en cochecito o carriola durante el traslado.
El viaje suele durar unos 30 minutos, según el tráfico.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el traslado privado.
Sí, hay transporte público disponible cerca de la mayoría de los destinos en Punta Cana.
Tu traslado incluye recogida privada en el aeropuerto de Punta Cana con un conductor local profesional, pago de estacionamiento, asientos especializados para bebés si los necesitas, espacio para cochecitos o carriolas, y bajada flexible en el destino que elijas — todo gestionado para que solo te relajes desde que llegas.
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