Prepárate para conducir tu propio buggy por pueblos dominicanos, probar cacao casero en una casa local, nadar en una cueva de agua cristalina y relajarte en Playa Macao. Esta aventura de medio día combina la vida auténtica del campo con la emoción del off-road—ideal si buscas algo más que un día de playa.
“¡Agárrense fuerte, que arrancamos!” gritó nuestro guía mientras salíamos del estacionamiento, motores rugiendo y el polvo ya cubriéndonos el rostro. El buggy se sentía firme bajo mis manos—nada sofisticado, solo pura diversión. Pasamos rápido frente a casitas pintadas de rosa y azul desgastado, con niños saludando al pasar. El aire olía a pasto mojado y a algo dulce que no pude identificar, tal vez cacao secándose cerca.
Paramos en una casa familiar donde el porche estaba lleno de sacos de granos de café y mazorcas de cacao. Nuestro guía nos mostró cómo tuestan y muelen los granos ahí mismo—sin máquinas, solo fuerza y herramientas antiguas. Probé una cucharada de pasta de cacao espesa y arenosa; sabía a tierra y muy intensa, nada que ver con lo que tomo en casa. De fondo sonaba un merengue en la radio mientras gallinas picoteaban a nuestro alrededor.
Después de saltar por senderos llenos de barro, llegamos a Playa Macao. La arena estaba tibia y suave entre mis dedos, y el agua parecía casi irreal—tan clara que se veían pececitos nadando cerca de mis tobillos. Los locales vendían plátanos fritos bajo las palmeras, sus risas se mezclaban con el sonido de las olas. Antes de regresar, hicimos una última parada: una cueva con río subterráneo. El agua estaba tan fría que me hizo jadear, pero tan fresca que me despertó al instante. Floté un rato, viendo cómo la luz del sol se reflejaba en el techo de piedra.
Sí, el guía da instrucciones claras antes de empezar a manejar. Los buggies son automáticos y fáciles de controlar, incluso si nunca has conducido uno.
Lo mejor es llevar traje de baño porque te vas a mojar en la cueva. Zapatos de agua ayudan en zonas rocosas, pero no son obligatorios.
La experiencia completa dura unas cuatro horas desde que te recogen hasta que te dejan, incluyendo todas las paradas.
No se ofrece comida completa, pero podrás probar cacao y café local en una de las paradas. Lleva efectivo si quieres comprar snacks en Playa Macao.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde tu hotel para que no tengas que preocuparte por cómo llegar, además de un guía local amable que comparte historias y consejos durante el camino. Todo el equipo para el buggy está incluido—casco también—y cuando llegue el momento de explorar o nadar, tu guía se encarga de todo para que solo te diviertas.
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